Recuerdos y olvidos
Si decimos que existen quienes se dedican
a la maldad, ¿eso nos hace pesimistas? Y si decimos que otros se dedican a la
bondad, ¿esto nos hace optimistas? En la vida cotidiana existen infinitas
cosas, están en los espacios coexistiendo con el tiempo… Una piedra ante
nuestra mirada se está desintegrando poco a poco, un azulejo se alimenta de
otro que ya no sigue vivo, así tengamos fiebre y andemos por la calle, la lluvia
cae y si no nos cubrimos o nos resguardamos, nos moja sin más… Así se conduce
la naturaleza de los seres vivos y de las cosas. Y nosotros los seres humanos no
nos damos cuenta de que vamos perdiendo nuestra condición humana, este adjetivo
que significa mirar y comprender, observar y sumarse a la solidaridad, escuchar
y orientar, tocar y diagnosticar, y que
la condición humana se fortalece en el amor… En este punto nos preguntamos,
¿acaso la persona amante olvida? Decimos que nuestro cerebro recibe estímulos,
y les da respuestas, vamos a decirlo así: Pensemos que estamos en nuestra casa,
y mientras estamos en ella tenemos memoria presente de lo que vemos,
escuchamos, tocamos, saboreamos, olfateamos, y si estamos sentados escribiendo
en la computadora, ahí nos hemos olvidado de la cocina y de todos los objetos
grandes y pequeños que en ella se encuentran, consideramos que así funciona la
memoria y el olvido, podemos amar a nuestros hijos, pero los dejamos en el
olvido en algún momento, para volver a enfocarnos en ellos con su presencia o por
nuestros recuerdos… De tal forma que nuestro cerebro guarda tantos archivos,
tantas ideas, y nosotros hacemos clic y volvemos a esa memoria cada vez que
queramos, para ese archivo de memorias o recuerdos lo más saludable sería
desechar los malos recuerdos, y hacer clip tantas veces como podamos y queramos
de las memorias o recuerdos gratos, amenos, placenteros, y así nuestra vida
cotidiana la haríamos amable para nosotros y para los demás, y eso se
traduciría en saber escuchar, para dar respuestas justas, humanas, porque
sabríamos que nuestra esencia humana no debe ser para juzgar, sino para
comprendernos y para comprender a los demás, porque somos iguales pero
diferentes… Ahora llega un mensaje al celular, y tengo memoria de que existe,
de que está cerca de mí, lo reviso, y vuelvo a mi memoria de las ideas que estoy
escribiendo de recuerdos y olvidos…
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