domingo, 5 de mayo de 2013


Recuerdos y olvidos

     Si decimos que existen quienes se dedican a la maldad, ¿eso nos hace pesimistas? Y si decimos que otros se dedican a la bondad, ¿esto nos hace optimistas? En la vida cotidiana existen infinitas cosas, están en los espacios coexistiendo con el tiempo… Una piedra ante nuestra mirada se está desintegrando poco a poco, un azulejo se alimenta de otro que ya no sigue vivo, así tengamos fiebre y andemos por la calle, la lluvia cae y si no nos cubrimos o nos resguardamos, nos moja sin más… Así se conduce la naturaleza de los seres vivos y de las cosas. Y nosotros los seres humanos no nos damos cuenta de que vamos perdiendo nuestra condición humana, este adjetivo que significa mirar y comprender, observar y sumarse a la solidaridad, escuchar y orientar, tocar y diagnosticar,  y que la condición humana se fortalece en el amor… En este punto nos preguntamos, ¿acaso la persona amante olvida? Decimos que nuestro cerebro recibe estímulos, y les da respuestas, vamos a decirlo así: Pensemos que estamos en nuestra casa, y mientras estamos en ella tenemos memoria presente de lo que vemos, escuchamos, tocamos, saboreamos, olfateamos, y si estamos sentados escribiendo en la computadora, ahí nos hemos olvidado de la cocina y de todos los objetos grandes y pequeños que en ella se encuentran, consideramos que así funciona la memoria y el olvido, podemos amar a nuestros hijos, pero los dejamos en el olvido en algún momento, para volver a enfocarnos en ellos con su presencia o por nuestros recuerdos… De tal forma que nuestro cerebro guarda tantos archivos, tantas ideas, y nosotros hacemos clic y volvemos a esa memoria cada vez que queramos, para ese archivo de memorias o recuerdos lo más saludable sería desechar los malos recuerdos, y hacer clip tantas veces como podamos y queramos de las memorias o recuerdos gratos, amenos, placenteros, y así nuestra vida cotidiana la haríamos amable para nosotros y para los demás, y eso se traduciría en saber escuchar, para dar respuestas justas, humanas, porque sabríamos que nuestra esencia humana no debe ser para juzgar, sino para comprendernos y para comprender a los demás, porque somos iguales pero diferentes… Ahora llega un mensaje al celular, y tengo memoria de que existe, de que está cerca de mí, lo reviso, y vuelvo a mi memoria de las ideas que estoy escribiendo  de recuerdos y olvidos…

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