Date y da, sin
esperar nada a cambio, y sin dejar a nadie a un lado
Todos los seres vivos tenemos en peligro
la existencia, como sabemos el calentamiento del planeta sigue en aumento
irreversible. ¿Qué haremos las gentes para sobrevivir? Seguramente en el fluir
del tiempo habrá alguna solución emergente. Ahora nos preguntamos si a partir
de esa solución los hombres y mujeres empezarán a convivir como seres humanos,
porque la esencia de seres humanos la da el amor, no hay otro camino. Y eso
significa que cada quien viva con dignidad material y espiritual, y en ese
escenario no hay cabida para ninguna manifestación de maldad. Cada quien
respeta la libertad del otro, y cada ser humano tiene y vive su espacio y su
tiempo. Sin embargo, no hace falta llegar a situaciones extremas ante la
eventual y eminente desaparición de toda forma de ser vivo. Pensamos que ahora
mismo, podemos comenzar a abonar nuestras palabras y acciones por el camino del
amor a uno mismo y a los demás. Comencemos por alegrarnos por los logros del
vecino y de toda persona, eso es desterrar de nosotros la envidia.
Contentémonos por tener lo estrictamente necesario para cubrir nuestras
exigencias básicas, eso significa renunciar a la ambición desmedida por poder o
dinero; porque sencillamente el amor no nos confunde, nos marca con claridad
absoluta cada uno de nuestros pensamientos y sentimientos de seres humanos en
bondad y paz. El amor reconoce y bendice a cada quien en sus diferencias, la
respeta y se alegra o llora ante sus triunfos o pesares. Pensamos que ahora es
el momento de reiniciarnos bajo el sendero del amor, y eso va de la mano con la
fe en Dios, independientemente del nombre que cada quien le dé al Ser Supremo.
Yo soy católico, y respeto cualquiera otra afinidad religiosa, y así deberíamos
hablar y actuar todos en consonancia con la vida en sus infinitas
manifestaciones. Yo intento cada día seguir el camino del amor que lleva los
colores de la bondad y de la paz. Te invito, a ti que estás leyendo estas
líneas, para que comiences a despojarte de las vanidades y mentiras, y
empezarás a darte cuenta de lo maravilloso y placentero que es darte y dar, sin
esperar nada a cambio, y sin dejar a nadie a un lado…
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