miércoles, 4 de noviembre de 2020

 

Conversa de llaneros

A  Argenis El Pollo Rojas

 

En el llano se habla de tantas cosas

y se habla como solo se habla en el llano,

cada cosa se nombra por sus colores,

por sus caídas, por sus sudores y olores,

caminamos y capiamos (llamamos la atención)

a gentes conocidas y conversamos,

cómo nos gusta la conversa…

En el llano nos gusta escuchar a la gente leída,

nos infunde respeto y admiración,

que habla como si fuera un libro abierto,

puede hablar de libros y los refiere,

si mentamos (nombramos) la forma de habla

de aquí de estas sabanas y pajonales,

nos puede preguntar:

¿Ustedes recuerdan los long play? (discos de larga duración)

En uno de esos fue grabado el contrapunteo

de la leyenda de cuando cantó Florentino con el Diablo

y en el lado A completo comenzaba con una conversación

entre dos llaneros, así decían:

-¡Ah mandilata de aguacero esa que está cayendo!

Se parece a la noche de cuando cantó

Florentino con el Diablo,

ah si encontráramos quien nos contara ese pasaje,

ah compay, Venancio, échenos el cuento ese del reto

de cuando cantó Florentino con el Diablo…

-¡Guá sí cómo no!, pero me dan una mascaíta

y me prestan el cuatro:

Esto pasó jace mucho tiempo,

cuando se jallaban copleros de verdad

porai por esos llanos…

Y si leen Cantaclaro de Rómulo Gallegos,

Florentino y el Diablo de Alberto Arvelo Torrealba,

Memorias de Mamá Blanca de Teresa de la Parra,

o si le prestamos atención a las letras

de las canciones Mi querencia de Simón Díaz,

a las de Dámaso Figueredo

o a las de este cantor de Elorza Jorge Guerrero

y para no hacer tan larga esta conversa,

traigamos a la memoria un verso de Alcaraván del estero

de Eneas Perdomo

Paso llano en tu camino jagüey de sabana muda

Mudo me quedo, amigos llaneros,

para disfrutar de esta conversa,

mientras comemos carne asada

y escuchamos arpa, cuatro y maracas

y el tañío de estos amigos copleros…

Adelfo Morillo

 

sábado, 31 de octubre de 2020

 

Sueño y vigilia

Villa de Todos los Santos

 

Anoche soñaba momento de ingravidez,

volaba y sobrevolaba la inmensidad del llano:

sabanas con árboles, sabanas sin árboles,

espacios solo con pastos sabaneros,

unas matas, otras matas y más matas;

de pronto una mesa llana,

refrescada por un río

y miro a un grupo de gentes:

hombres, mujeres, dos frailes,

están reunidos. los frailes hacen la oración,

invocan a Dios, hablan, es nacimiento de un pueblo,

pronuncian: Pueblo de Todos los Santos de Calabozo…

Demarcan sitios sagrados, de gobierno, de justicia civil,

hay alegría en perfume de sueños,

mechones de humo de fogones para los festejos,

primero de febrero de mil setecientos veinticuatro,

mañanita de brisas veraneras,

mañana de resolanas y de nubes viajeras,

sol, brisa y sol,

aguadores, cargadores de agua a pie o en recuas

van al río y regresan rociando terroneras y mastrantos,

de día la luz del Sol,

de noche alumbran las estrellas

y la Luna cuando se hace presente,

Mesa de Calabozo bordeada por el río Guárico;

mas despierto y es 1º de noviembre de dos miles veinte,

me confunden el sueño y la vigilia,

por momentos me quedo en suspenso,

mas, sí es dura esta realidad,

aun seguimos cocinando en fogón,

andamos tiznados, ahumados,

negritos por el humo del fogón,

parecemos negritas de carnaval,

también seguimos cargando agua del Guárico,

día tras día en un continuo vaivén,

cual olas de río o de mar,

y seguimos de día con luz del Sol

y de noche nos alumbran las estrellas

y la Luna cuando se hace presente;

un tío dice: Estamos fuñíos…,

y Alfredo Moreno dice:

¡Tan bien que estábamos

y le cayó ranas a la laguna..! 

Mas te queremos, Villa de Todos los Santos,

hoy 1º de noviembre de dos miles veinte,

es tu Onomástico con resolanas

y con perfumes de sueños y de mastrantos…

Adelfo Morillo

viernes, 23 de octubre de 2020

 

Protagonistas anónimos

 

Desde Misión de Arriba

de Nuestra Señora de los Ángeles,

donde los recios guaiquires y mapoyes

solo aquí quisieron poblarse,

en esta Mesa de Calabozo,

acariciada por el río Guárico,

el que trae las aguas,

en mil setecientos veintitrés

de la mano de los Frailes Bartolomé San Miguel

y de Salvador de Cádiz…

Desde aquí ahora en este tiempo

y en este mismo espacio

de Misión de Arriba,

al final de calle ciega,

en casa escribo,

bajo noche de Luna,

anunciadora de lluvias,

volteada hacia el Orinoco…,

decía mi mamá…

Desde siempre y cada día más,

por sobre los gobiernos de turno,

están protagonistas anónimos

que cumplen con su labor:

barrenderos, porteros, limpiabotas,

panaderos, becerreros, pescadores,

carniceros, ordeñadores, carpinteros,

y son buenos conversadores…,

herreros, soldadores, choferes, colectores,

albañiles, pintores, mecánicos, electricistas,

amansadores, madrineros, hachadores,

y son buenos conversadores…,

coleadores, limadores, arpistas,

cuatristas, maraqueros, cantadores, copleros,

bandolistas, guitarreros, celadores,

peluqueros, jinetes, llaneros,

bongueros, canoeros, lancheros,

y son buenos conversadores…

Y tantos otros más

que cumplen con su labor,

para ellos y para ellas

que son padres y madres de familia,

para ellos y para ellas

que son hijos o hijas

alzo este canto con amor,

a estos y tantos otros más

que cumplen con su labor…

 Adelfo Morillo

martes, 20 de octubre de 2020

 

Amigo Teófilo Rodríguez

 

     Se lleva tantos momentos compartidos el amigo que se va… A finales de los setenta fuimos del equipo de baloncesto en los juegos interliceístas, quedamos Campeones el liceo Humboldt de Villa de Todos los Santos, en pista y campo fue Campeón en relevo de 4x400 y ganador indiscutible en los 1.500 metros planos. Luego en la Universidad de Los Andes, Mérida, fuimos del equipo Aegula en los interfacultades, él estudiaba Medicina y anduvimos en templetes de Ferias del Sol y en tantas otras correrías propias de estudiantes, él se paraba frente al arpa y cantaba… De cuantas cosas estaba presente recuerdo su cristalina alegría y esa alegría supera la tristeza de que te hayas ido, Teófilo, significa en lengua griega, amigo de Dios y tú fuiste amigo… El arpa te acompaña a partir de ahora, cuando cantas con inmortal querencia este llano de resolanas o chubascos…

                                         Adelfo Morillo

miércoles, 7 de octubre de 2020


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miércoles, 30 de septiembre de 2020

      

A tres años del Tricentenario


 Elegía o idilio

En el último trimestre del dos miles veinte

nos presenta Villa de Todos los Santos

a tres años de su  Tricentenario,

nuestra copiosa, vergonzante elegía:


visible basurero al sureste;

estación de antiservicio de agua poluta al noreste;

sistema de antirriego del río Guárico 

con cresta y compuertas de la represa al noreste; 

instalaciones de antipolideportivo al norte;

antiservicio de energía eléctrica;

antiservicio de gas doméstico,

de  potencia gasífera a troncogas;

cuerpos de inseguridad ciudadana;

barrios abandonados, olvidados;

casco antihistórico de la ciudad;

antiservicio de transporte público;

antisalarios que alcanzan  para tres kilos de sal;

escuelas, liceos, universidades  

carentes de condiciones dignas para el aprendizaje;

centros de antisalud;

antiservicio de combustible, gasolina, gasoil,

andamos en troncomóvil…


Elegía que nos impusieron 

o nos impusimos con antigobernantes…


Ahora pinto este idilio:


Comencemos por ser paisanos,

amantes de nuestro país;

seamos llaneros,

con querencias por la llaneridad;

sintamos quariqueñía

por el río, por la tierra;

seamos villatodosantinos

el 1º de febrero,

el 1º de noviembre 

y cada día y noche,

sea día de resolanas o de entoldados,

sea noche deenlunadas o de sombras cerradas;

y en ese idilio sabremos elegir gobernantes 

y padres y madres cumplamos con los hijos 

y los hijos cumplan con padre y madre

y cada quien cumpla con su oficio o profesión

y el respeto sea nuestro proceder cotidiano.

En ese tiempo construiremos bien,

la ciudad se expandirá sanamente,

los niños jugarán sus juegos, cantarán sus canciones,

abuelos y abuelas pasarán en calma sus momentos

y hombres y mujeres cantarán con los poetas,

con músicos y cantores: 


Queramos al país porque si;

queramos este llano ancho y tendido;

queramos al Guárico aborigen 

en sus aguas y en su tierra;

queramos nuestra Villa de Todos los Santos

como la quisieron nuestros antepasados 

hasta defenderla con cuerpo, alma y tesón; 

estudiemos, trabajemos con amor,

celebremos en febrero,

festejemos en noviembre,

vísperas de  Navidad del  Niño bueno,

por este pueblo bendito

y Dios nos proteja

junto a Jesucristo 

y al Espíritu Santo…

Este idilio cantamos

por ahora y siempre,

este es nuestro canto

bajo este cielo de cercanías y lejuras,

sobre este suelo tostado o de barrizal

por las flores, por las aves

y por agua dulce de manantial. 

                                                    Adelfo Morillo