Respeto
por la palabra 102
Patios
esterados de mangos
Todavía
hasta el año pasado la gente no dejaba que cayera un mango al suelo, los patios
se veían limpiecitos sin un mango maduro, verde ni pintón; ayer caminábamos,
María y yo, por calles de nuestra Misión de los Ángeles y cuando pasamos por
frente del Ambulatorio, el patio delantero estaba esteradito de mangos de
hilacha y cuando llegamos a casa, el patio de los vecinos del frente estaba
esterado de mangos que caen de una rama de la otra casa vecina, ayer de ese
patio recogí varios mangos y hoy en la mañana recogí otros más y con otros que
recogí en el patio de casa que caen de ramas de una casa vecina, ya tenemos
pensado que ahora después de almuerzo prendemos el fogón y a unos los
cocinaremos hasta hacerlos dulce y
sancocharemos otros para hacerlos jugo de mangos... Si mirar los patios
esterados de mangos es signo de que ahora la gente tiene mejores ingresos, me
alegro, si esto es así; a mí, por mi parte, me gusta comer mangos, cuando iba
al bar Los Mereyes a jugar dominó, bolas criollas o con barajas españolas jugábamos caída o
truco, había una mata de mango y cuando cargaba, caían mangos al patio y yo
agarraba algunos y me sentaba a comer mangos y si alguien me decía: Profesor, ¿usted
comiendo mangos? Yo solo contestaba: ¡Sí..! Amigos lectores, yo como mangos,
ponsigués, merecures, cerezas o semerucos, mereyes o marañones, nísperos,
guayabas y cómo son de sabrosas las guayabitas sabaneras, riñones, manirotas,
chirimoyas, guanábanas, patillas, melones, cocos, naranjas, mandarinas, granadas,
tamarindos criollos, chinos o culíes, lechosas, cambures, almendras, pomarrosas,
parchas y parchitas, icacos, ciruelas, jobas, guamas, piñas, uveros, uvitas de
palmas...
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario