Respeto por la palabra 68
Ángel
Rosenblat escribió Buenas y malas palabras..., libro abundoso en historia y
descripciones de sinnúmero de palabras. Ahora delimitamos de forma sencilla que
las malas palabras son aquellas que usamos para mentir, para engañar y cada
palabra o expresión que usamos para ofender, para insultar, y sobre manera son
malas palabras las groserías; en cambio las buenas palabras deben las más
sencillas de encontrar para usarlas en elogios, reconocimientos,
agradecimientos y en cada momento que queramos dejar constancia de respeto en
lugar y circunstancia en que nos toque estar presentes, esto en el mundo de la
comunicación oral; y cuando se trata de la comunicación escrita, en este
presente continuo en que gracias a Dios nos mantenemos, las palabras deben
hablar de nuestro propio respeto y del respeto para los demás; hoy en día
usamos teléfonos celulares, computadoras, y frecuentamos las redes sociales, procuremos,
cuando enviemos mensajes escritos, ser responsables de las palabras que
elegimos y de asegurarnos además de que estén bien escritas con su debida
acentuación y los adecuados signos de puntuación y de que el mensaje sea claro
y sin que deje lugar a equívocas interpretaciones... La
Luna redonda refulge sobre aguas del aljibe, transcurre la noche entre
estrellas y luciérnagas. La brisa se cuela entre naranjos que discurre
fragancia de azahares. En el patio rutilan claroscuros y danzan tantos sonidos
en la distancia. Me columpio en chinchorro, siento distintas cosas, sobre todo
las que me han alegrado y las que me alegran en este presente continuo que
fluye en el río inagotable del amor.
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario