Salmo
104
Del Antiguo Testamento Salmo 104 (de la
lengua latina psalmus y esta de la
lengua griega psalmós, pulsar cuerdas
de instrumentos musicales). Con salmos, himnos y canciones es como debemos
alabar a Dios, darle gracias por dones gozosos recibidos, implorar su misericordia
en las necesidades, aceptar la santidad de su ley, sin olvidar las obras y
prodigios de su paterna providencia.
Canto a la belleza de la creación
1. Almas
nuestras, bendigamos a Dios. Dios nuestro, grande eres, revestido de gloria y
de majestad.
2. Cubierto
estás de luz como de un ropaje. Extendiste los cielos como pabellón o cortina.
3. Cubriste de
agua la parte superior de los cielos.
Tú haces de las nubes tu carroza; corres sobre las alas
de los vientos.
4. Haces a tus
ángeles veloces como los vientos y a tus ministros activos como fuego
abrasador.
5. Cimentaste
la tierra sobre sus propias bases, jamás se desnivelará.
6. La tierra se
hallaba cubierta de inmensas aguas.
7. Las aguas echaron
a huir ante el estampido de tu trueno.
8. Se
mantienen las aguas en el lugar que le estableciste.
9. Le fijaste
un término a las aguas para que no vuelvan a cubrir la tierra.
10. Tú haces
brotar las fuentes en los valles y que filtren las aguas por en medio de los
montes.
11. De esas
aguas beberán todas las bestias del campo.
12. Junto a
esas bestias habitarán las aves que desde entre las peñas harán sentir sus
gorjeos.
13. Tú riegas
los montes con las aguas que envías de lo alto; colmas la tierra de frutos que
Tú haces nacer.
14. Tú produces
el heno para las bestias y la hierba que da grano para sustento de la gente.
15. Y el vino
que recrea el corazón de las personas, de forma que lo alegre y con el pan
renueve sus fuerzas.
16. Dios,
creaste la Luna para regla de los tiempos y el Sol cumple puntualmente con el
ocaso.
17. Tú
ordenaste las tinieblas y diste comienzo a la noche.
18. Cuando el
Sol alumbra, sale entonces la gente a su trabajo hasta la noche.
19. Dios, cuán
grande es cada una de tus obras, sabiamente las has hecho.
20. Tuyo, Dios,
es el mar grandioso, en él viven peces
pequeños y grandes.
21. Sustentas a
tiempo a cada uno de los animales.
22. En su momento enviarás tu Espíritu y
renovarás la faz de la tierra.
23. Cantemos,
almas nuestras, cada día alabanzas a Dios.
24. Cada
momento alegre o triste es según voluntad de Dios.
25. Almas
nuestras, bendigamos a Dios. Dios
nuestro, grande eres, revestido de gloria y de majestad.
Adelfo Morillo
Editado por María Ríos
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