Elevo a Dios este canto
Ayer en la tarde cayó una ligera
lluviecita, pienso que fue una bendición de Dios por víspera de Navidad; en esta
Nochebuena escuchamos algunas canciones de pueblo, sobre todo de Billo Frómeta,
y aguinaldos venezolanos dedicados a la Natividad, de Jesús; fue sábado, sabath,
en lengua hebrea, descansar; y de
aquí la tomó la lengua latina sabbatum.
Hoy domingo Dominus dies, en lengua latina, día del Señor, y día de Navidad,
Natividad, en lengua latina Nativitas,
nacimiento; y este nacimiento es el que celebramos hoy, el nacimiento de Jesús;
y Él nació y se hizo hombre para llamarnos a nacer con Él a una vida en
palabras y en hechos de amor, y el amor se corresponde con cada manifestación
de bondad que demos cada uno de nosotros, hombres y mujeres de este mundo
carente sobre todo de amor; alguien puede decir que esa tarea es súper difícil,
y así es, si fuera fácil, Jesús no hubiera dado su vida en la cruz por
nosotros; reconozcamos que somos pecadores, que hacemos el mal en palabras, en
pensamientos, en obras y en omisiones; cuando juramos, hacemos mal, recordemos
que Jesús nos dejó dicho que solo basta con que digamos sí o digamos no, una de
estas palabras es valor suficiente como moneda de vida cotidiana; cuando
pronunciamos groserías, hacemos mal, igual cuando mentimos o hacemos burlas a
alguien; cuando pensamos maldades a otros; cuando somos mezquinos; cuando
omitimos ayudas que podemos dar; sí, es súper difícil no juzgar a los demás, no
criticar o censurar la manera de vivir del prójimo; mas es vida de amor y
comprensión la que debemos intentar llevar adelante en cada momento, en cada
lugar y en cada circunstancia.
Yo no soy el hombre de ayer, porque cada
día cambio mi manera de ser, y siempre con la idea de comportarme mejor, y para
ello cada vez más aprendo a perdonar, evito caer en tentaciones, y trato de
líbrarme de cada manifestación del mal y busco no hacer mal a ninguno de mis
semejantes; soy pecador, sé que sigo haciendo el mal, y este es mi mayor
enemigo; mas tengo la fortaleza de saber que Navidad es los momentos de cada
día para volver a nacer en el camino de Jesús, intento no perder esa senda, sé
que solo así sigo la verdad que conduce a la vida en espíritu, que está más
allá de la efímera existencia carnal.
Por la Navidad de cada día que nos haga
nacer en el amor de Jesucristo,
Elevo a Dios este canto
Dios santo, alumbra aquel sitio más
apartado y olvidado,
en
donde vive la gente más pobre;
alumbra a aquellos que no han encontrado
la fe,
y a los que han perdido la fe;
alumbra en el corazón de hombres y
mujeres de este mundo,
para que en ellos reine el amor;
alumbra para que seamos niños de la más
pura y tierna infancia,
para que brindemos alegría, fe y candor;
alumbra,
Dios santo, cada oscurana que existe
en tanta gente de este mundo,
para que haya albas radiantes de amor, de
fe y de bondad,
en
nuestros pensamientos, palabras y acciones,
y así podamos hacer de este mundo
terrenal,
Dios
santo, tu mundo celestial de vida eterna
Adelfo Morillo
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