Rómulo
Gallegos, poeta
La
poesía es creación, esta es la primera significación que da la lengua griega
clásica, esa lengua en que escribió Homero los sendos poemas épicos la Ilíada y la Odisea; y una de las cosas que el poeta busca crear es imágenes de
belleza.
La
actriz de cara bella por siempre, en la idea de tanta gente, es la mexicana
María Félix, y ella dijo una vez y quizás lo reafirmó algunas otras veces La belleza te lo da todo, pero no es todo…
Sí, la belleza necesita vibrar en sentido de amor, en el amor sin precio, el que se da y se
recibe en monedas de estremecimiento que nos confunde en el dolor o en el gozo…
El
escritor, traductor y crítico literario argentino, Rodolfo Alonso, nacido en
1934, escribió de la poeta portuguesa Sophia de Mello Breyner Andresen
Este bello texto y tocante fue leído por
su autora en Lisboa, el 11 de julio de 1964, durante el almuerzo de homenaje
organizado por la Sociedad Portuguesa de Escritores, en ocasión de la entrega
del Gran Premio de Poesía atribuido a su Livro
sexto. Nacida en Oporto en 1919, Sophia
de Mello Breiner Andresen es sin duda uno de los más significativos poetas
portugueses contemporáneos… Y de las palabras leídas por Sophia de Mello, y
traducidas por Rodolfo Alonso, entresaco estas líneas
Camino
por la acera pero no quepo en la sombra… Sumerjo la mano en la sombra como si
la sumergiese en agua… La palabra belleza no es nada, sé que la belleza no
existe en sí, es apenas el rostro, la forma, la señal de una verdad de la cual
ella no puede ser separada. No hablo de una belleza estética pero sí de una
belleza poética…
El reino ahora es solo aquel que cada uno
por sí mismo encuentra y conquista, la alianza que cada uno teje.
Este es el reino que buscamos en las
playas de mar verde, en el azul suspendido de la noche, en la pureza de la cal,
en una pequeña piedra pulida, en el perfume del orégano.
Si un poeta dice oscuro, amplio, blanco, piedra, es
porque estas palabras nombran la visión del mundo, su ligazón con las cosas… El
verso es denso, tenso como un arco,
exactamente dicho, porque los días fueron densos, tensos como arcos,
exactamente vividos…
En el
mes de octubre próximo pasado los señores de la Academia Sueca decidieron
otorgar el Premio Nobel de Literatura 2016 al compositor, músico y cantante
estadounidense Bob Dylan, y las líneas justificadoras de por qué decidieron
concederle tal distinción son Por haber
creado nuevas expresiones poéticas…
De la
novela Doña Bárbara, cumpleañera de
veinticinco desde su primera edición en 1929, quiero decir que su autor Rómulo
Gallegos escribió en esta edición de 1954
Esta
edición obedece al propósito del Fondo de Cultura Económica de adherirse a la
conmemoración de los veinticinco años de Doña Bárbara; y porque se ha deseado
que en ella cuente yo a sus lectores la historia de esta novela afortunada…
Rómulo
Gallegos, caraqueño y mundial, en su quehacer literario en el mundo narrativo,
escribió cuentos, obras de teatro, guiones de películas y novelas, y de tan
extensa obra literaria, específicamente extraje de las novelas Doña Bárbara y Cantaclaro estas expresiones poéticas del ambiente y de las
vivencias propias de nuestros llanos venezolanos; y de la Doña Bárbara veinticincoañera resaltamos estas muestras poéticas
Campanadas
funerales en el silencio desolador del crepúsculo de la selva…
Reflejos
de hogueras empurpuran la oscuridad de la noche…
Sus
alas se tiñen de rosa al resplandor del fuego entre las tinieblas profundas…
Ya el
sol empezaba a ponerse, rumbo de baquianos a través de la sabana, toda ella,
uno solo y mil caminos distintos...
Un
bando de garzas se alejaba hacia el sur, una tras otra en la armoniosa
serenidad del vuelo…
Allá
lejos, negra en la contraluz del crepúsculo, la silueta del jinete en pos del
rebaño, un cantar de notas largas, tendido en la muda inmensidad…
Se
ocultó por fin el sol, pero quedó largo rato suspendido sobre el horizonte el
lento crepúsculo llanero en una faja de arreboles sombríos, cortados por la
línea recta del disco de la sabana, mientras en el confín opuesto, al fondo de
una transparente lontananza de tierras mudas, comenzaba a levantarse la luna
llena…
Se fue
haciendo más y más brillante el fulgor espectral que plateaba los pajonales y
flotaba como un velo en las hondas lejanías…
La
sinfonía persistente de los grillos sabaneros, y aquel silencio hondo, de
soledades infinitas, de llano dormido bajo la luna…
Lejos,
en el profundo silencio, se oía el bronco mugido de los raudales de Atures...
La
noche ha avanzado bastante y la luna ahonda las lejanías de la sabana…
La
llanura en la malicia del cacho, en la bellaquería del pasaje,
en la melancolía sensual de la copla…
Tierra
abierta y tendida, buena para el esfuerzo y para la hazaña, toda horizontes,
como la esperanza, toda caminos, como la voluntad…
Ya
viene la aurora con los lebrunos del día…
La
tarde cae dulcemente, dorada y silenciosa…
Está
fresca el agua del pozo. La enfriaron las estrellas que estuvieron pasando toda
la noche. Todavía quedan algunas en el fondo…
Tras
el monte oscuro de la mata, se elevaba el disco de la luna esparciendo una
melancólica claridad sobre el vasto campo enmarañado…
Era
una tarde de sol y viento recio. Ondulaban los pastos dentro del tembloroso
anillo de aguas ilusorias del espejismo, y a través de los médanos distantes y
por el carril del horizonte, corrían, como penachos de humo, las trombas de
tierra, las tolvaneras que arrastraba el ventarrón…
El
algarrobo del paso vibra como arpa melodiosa entre el zumbido de las aricas…
Sus
miradas se hunden en las claras lejanías de la sabana, dormida bajo el fulgor
lunar…
Jesusito
contempla la sabana y escucha las tonadas. Cantares de notas largas, música de
tierras anchas y solas…
La
Editorial Oveja Negra, Colombia, en 1985 publica Cantaclaro, y de tal edición reseñamos estas líneas poéticas
Por
allá viene el viento peinando el pajonal…
El sol
de los araguatos arranca reflejos de bronces nuevos…
Hay un
silencio macizo que llega hasta el horizonte…
Comienzan
a espejear los arenales como charcas azules…
Ya el
sol moría en el confín de la sabana, desangrándose en los ojos peladeros de los
medanales…
¡Caballo
del relincho de oro, clarín del alba
sabanera…
El
árbol solitario proyecta su silueta pensativa y en la serenidad del cielo se
pone a contar sus ramas…
La
sabana empieza a recoger sus caminos para tener tiempo de dormir y madrugar
extendiéndolos de nuevo, frescos y descansados, para las marchas posibles..
Adelfo Morillo
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