Tras de una vida sencilla 49
Suaves brisas de sequías
había en el ambiente de aquella mañana de último viernes de octubre, llegué al
liceo Alexander von Humboldt de la
Villa de Todos los Santos, me senté en las afueras del plantel, y poco a poco
fueron llegando los participantes de la Especialidad de Lengua, nos saludábamos
y me iban informando de cómo se venían desarrollando las actividades, y respondían
a preguntas que yo formulaba; luego nos dirigimos a buscar el aula, para
comenzar la actividad, que se me había encargado asumir; dimos inicio al primer
jalón de Lengua, y al concluir este,
comenzamos y concluimos el segundo jalón de Lenguaje
de imágenes; en el desarrollo de
ambas asignaturas sentimos los rigores del calor, los participantes se
abanaban, y yo empapé de sudor el pañuelo; mas no nos dejamos llevar por esa
circunstancia; definí que iba a llevar adelante junto con ellos Orientaciones de aprendizaje compartido,
y de inmediato entramos en materia; Nilda intervenía, preguntaba, acotaba,
sugería, y asimismo se comportaron Delia, Yennifer, María Cordero, Marianny,
Marien, Eliacine, Miguel, Yelitza, María Toledo, Yárida, Miraida y Leidi; y en
medio de las Orientaciones que fuimos
conversando y explicando, en varios momentos les comuniqué, que para la próxima
reunión les llevaba alguna teoría de lo que habíamos contemplado, y para
cumplir con mi responsabilidad, escribo estos fundamentos:
El lenguaje
El lenguaje está presente
en las infinitas manifestaciones del mundo; los animales y las plantas siguen
sus propias naturalezas para asimilarlo, comprenderlo y adaptarse a sus
múltiples cambios; y los hombres y mujeres con estudios o sin estudios
tendríamos que estar mejor preparados para comprender las innumerables formas
de lenguaje, de este mundo que nos envía señales, en terremotos, maremotos,
erupciones volcánicas, fumarolas, inundaciones, tormentas, relámpagos, rayos,
en los colores del amanecer o del atardecer, en la danza de las abejas, en
imágenes, y en el discurso oral o escrito que en cada lengua o idioma habla una
determinada comunidad de seres humanos.
La lengua
La lengua está ceñida a una
comunidad de seres humanos que se expresan de forma oral y escrita en un código
específico, y es lo que denominamos idioma o lengua materna.
La oralidad
La oralidad es una suma muy
amplia de manifestaciones, una de ellas se da en las formas de escuchar,
hablar; y paralelo con esta van inmersos, tono, timbre, ritmo,
pausas-silencios, entonación; y estos actos de oralidad se desarrollan en
conversaciones, charlas, conversatorios, consejas, leyendas, exageraciones, invenciones,
cuentos, cachos, relatos, y en el transcurso del tiempo nos han llegado y nos
siguen llegando en palabras y decires de los antepasados, de abuelos a hijos,
en expresión de sucesión natural y espontánea de los pueblos.
Área de Lengua
En los ambientes escolares
específicamente en el Área de Lengua, los docentes estamos obligados a cumplir
con estas finalidades:
- Trabajar y convivir para
mejorar la comprensión de los diferentes tipos de mensajes orales y escritos, y
también de los mensajes no verbales.
- Trabajar y convivir para
mejorar la expresión oral y escrita de pensamientos, sentimientos.
En la lengua oral y escrita
cada asunto o todo se comunica, se discute, se contrasta, se critica, se
amplía, se debate, se refuta, se confirma; en el aprendizaje de competencias
orales aceptemos que mejoramos nuestra oralidad hablando, conversando; y para
superarnos a nosotros mismos en autocomprensíon y expresión oral nada más
apropiado que escuchar a otros que hablan bien, también con la lectura
cotidiana, pensando el idioma, escuchando a conferencistas, participando en
dramatizaciones, narraciones, relatos, actuando como cuentacuentos, recitando,
declamando.
En los ambientes
extraescolares la gente habla o escribe sin prestar mucha atención a la forma
de emitir sus mensajes, habla a prisa, corta las palabras y el discurso, y qué
decir de cómo hace uso de las palabras y expresiones obscenas o groseras; mas
en los ambientes escolares primarios, secundarios y universitarios los que ahí
convivimos, por distintas razones estamos obligados a emplear la lengua oral y
escrita de la mejor forma posible, y, en particular, sobre todo del discurso
oral, para no degradar, descuidar, y mucho menos despreciar los invalorables
tesoros de la lengua oral.
Los docentes de la escuela
primaria, secundaria y universitaria, especialistas o no en el área de lengua
somos garantes de que la lengua oral y escrita sea bien empleada por los
estudiantes, para que hablen y escriban bien, con las mejores expectativas para
que cada día usen mejor el discurso hablado y escrito.
Cada día más paralelo a los
ambientes escolares existe el mundo de la información de los medios de
comunicación, que tendemos a tenerlos de referencia como de gran importancia y
a atribuirles un poder por demás exagerado, porque observamos que en tantos de
sus espacios dan cabida a personas que hablan mal, y no cumplen con la real
labor de comunicar.
Se conocen como medios de
comunicación o mass-media, radio, televisión, prensa, redes sociales, que solo
son vías para hacer llegar mensajes informativos, pero no llegan a crear una
auténtica relación de comunicación, porque emiten mensajes informativos, mas
los receptores-espectadores no interactuamos, para que así podamos emitir
nuestras visiones ante tales informaciones. No obviemos que estos medios de
comunicación masivos son paralelos a los ambientes escolares, y por lo demás
permitimos que se instalen en el hogar, y a los que a cualquier hora accedemos
niños, jóvenes y adultos con actitudes pasivas y receptivas. Y estos medios
tienen bastante importancia en cuanto a la adquisición, desarrollo y uso de la
lengua oral; y no es precisamente en tales debates, tertulias, reuniones,
conversaciones, contrarios en sus discursos con el respetuoso uso de la lengua
oral; se corresponden esos programas con lo que podemos llamar antimedios de
comunicación masivos, por la lengua oral grosera y soez que en esos espacios
llegan a presentar.
De tal forma que la buena comunicación oral respetuosa del hogar,
debe tener continuidad en los ambientes escolares, y de esta trasladarse a las
conversaciones entre amigos, en reuniones, asociaciones y en los distintos
gremios o instituciones.
El discurso oral es un emblema de los seres
humanos, y por tanto y sobre todo en los ambientes escolares es donde se debe
generar motivaciones, para que los estudiantes sean buenos conversadores,
activos y participativos, para que haya tiempo para intercambiar ideas,
experiencias, pensamientos, sentimientos, saberes con ráices folclóricas y
populares, y todo esto teniendo como basamento la lengua oral expesada y
escuchada con respeto y atención.
Las orientaciones de
aprendizaje de la lengua oral y escrita han de estar centradas en las
habilidades de la lengua, como son escuchar, hablar, leer, escribir.
Adelfo Morillo
El lenguaje de las imágenes
Las lecturas que podemos
hacer del amplísimo mundo de la iconografía y de las imágenes son infinitas; si
pensamos en el bagaje que hemos venido recopilando desde aquellas primeras
pinturas rupestres de época prehistórica hasta los días presentes; cada ícono y
cada imagen recibe una lectura o interpretación de cada lector, observador o
espectador; podemos pensar y sentir todavía el retumbar de la tierra por las
pisadas de aquellas inmensas manadas de bisontes, y eso puede tener cabida en
el mundo de la imaginación por el solo hecho de estar mirando algunas de estas
representaciones rupestres.
Hoy en día estamos
invadidos por un sinfín de íconos y de imágenes, desde dibujos, fotografías,
películas, videos, litografías, caricaturas, afiches, carteles, murales, y el
vastísimo universo de las obras pictóricas, desde los autores ingenuos hasta
los más grandes maestros creadores con estudios de escuela.
Ante un cuadro de Armando
Reverón cada espectador se da su propio discurso, que no debe ser excluyente de
la idea que se dé cada uno del resto de los espectadores de la misma obra.
Asimismo sucede si estamos en presencia de una caricatura de Pedro León Zapata,
tendremos tantas lecturas de ella, igual al número de espectadores; y
finalmente hagamos referencia a un libro
de la Biblioteca Básica Salvat,
editada en Navarra, España, en 1969, y cuyo autor es Marcial Olivar, Cien Obras Maestras de la Pintura, y en
donde el escritor lleva un hilo conductor en la selección de las pinturas, y
tal línea orientadora tiene el propósito de que tales creaciones puedan servir
para instruir en la fe, como forma de acrecentar el fervor en el amor a Dios… Y
la primera pintura la encontramos en la página 23, y tiene de nombre Lapidación de San Esteban, con fecha de finales del siglo XI o comienzos del XII, no
se puede precisar su autor, solo se observa una especie de grafitto, con el nombre Teodoros,
en griego, y que no da certeza de que pueda ser la firma del autor, y así vamos
pasando páginas y llegamos a la última de las pinturas seleccionadas por
Marcial Olivar, y ella aparece en la página 190 con el nombre La cueva azul del pintor Emilio
Pettoruti, y realizada en 1962. Si hacemos un paseo detenido por cada una de
estas cien obras, tendremos una lectura, un criterio particular cada uno de los
que asumiéramos con voluntad la tarea de entresacar aprendizajes apreciativos
de tales lenguajes pictóricos…
Adelfo
Morillo
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