Tras de una vida
sencilla 35
Jorge Luis Borges fue un
hombre entregado a la literatura, yo lo releo con asiduidad, y del libro Antiguas Literaturas Germánicas, escrito
por Borges, y que es un regalo de mi amiga María Herminia, leo en el capítulo La Inglaterra Germánica, El poeta
Caedmon es el primer poeta sajón de espíritu cristiano… Curiosa historia de
Caedmon, tal como la refiere Beda el Venerable en el cuarto libro de su Historia Eclesiástica:
En el monasterio de la
abadesa Hild de Streoneshalh hubo un hermano distinguido y honrado por la
gracia divina, porque solía hacer canciones que inclinaban a la piedad y a la
religión. Todo lo que aprendía de hombres versados en las sagradas escrituras
lo vertía en lenguaje poético con la mayor dulzura y fervor. Muchos, en
Inglaterra, lo imitaron en la composición de cantos religiosos. El ejercicio
del canto no le había sido enseñado por los hombres o por medios humanos; había
recibido ayuda divina y su facultad de cantar procedía directamente de Dios.
Por eso no compuso jamás canciones engañosas y ociosas. Este hombre había
vivido en el mundo hasta lograr una avanzada edad y nada había aprendido de
versos. Solía concurrir a una fiesta donde se había dispuesto, para fomentar la
alegría, que todos cantaran por turno acompañándose con el arpa, y cuantas
veces el arpa se le acercaba, Caedmon se levantaba con vergüenza y se
encaminaba a su casa. Una de esas veces dejó la casa del festín y fue a los
establos, porque le habían encomendado esa noche el cuidado de los caballos.
Durmió y en su sueño vio a un hombre que le ordenó: Caedmon, cántame alguna cosa. Caedmon contestó y dijo: No sé cantar y por eso he dejado el festín y
he venido a acostarme. El que le habló le dijo: Cantarás. Entonces dijo Caedmon: ¿Qué cantaré? La respuesta fue: Cántame
el origen de todas las cosas. Caedmon en seguida cantó versos y palabras
que no había oído nunca, en este orden: Alabemos
ahora al guardián del reino celestial, el poder del Creador y el consejo de su
mente, las obras del glorioso Padre; cómo Él, Dios eterno, originó cada
maravilla. Hizo primero el cielo como techo para los hijos de la tierra; luego
hizo, todopoderoso, la tierra para dar un suelo a los hombres. Al
despertar, Caedmon guardaba en la memoria todo lo que había cantado en el
sueño. A estas palabras agregó muchas otras, en el mismo estilo, dignas de
Dios.
Beda refiere que la abadesa
dispuso que los religiosos examinaran la nueva capacidad de Caedmon, y, una vez
demostrado que el don poético le había sido conferido por Dios, le instó a
entrar en la comunidad. Cantó la creación
del mundo, el origen del hombre, toda la historia de Israel, el éxodo de Egipto
y la entrada en la tierra prometida, la encarnación, pasión y resurrección de
Cristo, su ascensión al cielo, la llegada del Espíritu Santo y la enseñanza de
los apóstoles. También cantó el terror del Juicio Final, los horrores del
infierno y las bienaventuranzas del cielo. El historiador agrega que
Caedmon, años después, profetizó la hora en que iba a morir y la esperó
durmiendo. Dios, o un ángel de Dios, le había enseñado a cantar; nada podía
temer Caedmon…
En mi aprendizaje hacia la
sencillez sigo huellas de vidas ejemplares…
Adelfo Morillo
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