Tras de una
vida sencilla 6
Tuvimos nuestro
primogénito, Adrián, y a los dos meses de su nacimiento comencé a dictar
Francés y Latín en una sección de Humanidades en el Colegio Arzobispo Silva; ahora estudiaba mis
asignaturas, para mi labor de profesor, y seguía en mis ansias de saber; me
afianzaba en una memoria de las clases de Filosofía, cuando estudiaba
Humanidades en el Liceo Humboldt, en
aquella tarde cuando estudiábamos a Sócrates, y leí por primera vez, que en el
oráculo de Delfos aparecía la expresión griega Gnóti sautón, Conócete a ti
mismo…, una de las máximas cotidianas de Sócrates; y seguía indagando, me
hacía preguntas, leía, preguntaba, escuchaba y estudiaba en los libros y en los
entornos humanos y ambientales.
Luego me asignaron las
cuatro secciones de Ciencias, para que dictara Castellano y Literatura; nació
nuestra segunda hija, Catalina; a ella siguió Adelfo Antonio, después José
Rafael, posteriormente Jorge Luis; gano el Concurso de Credenciales, a Tiempo
Completo, en la Facultad de Humanidades, para dictar las Cátedras de Latín I y
Latín II, en la Universidad de Los Andes;
después de tres años renuncio y vuelvo al Colegio Arzobispo Silva, tenemos otros tres hijos, Ilisabel, Tomás, y María
Cecilia; nos divorciamos; me caso con Genny, renuncio al Colegio, y nos mudamos
a la Villa de Todos los Santos, la Zona Educativa de Guárico me asigna 37 horas
en la asignatura Castellano y Literatura; sigo con la fuerza de la memoria, de
aquella mañana cuando estudiaba sexto grado, en el Grupo Escolar Ramón F. Feo, en aquel momento de ese día
la maestra Ermila dijo El que quiere,
puede…, y en el Conócete a ti mismo…;
tuvimos dos hijos, Jairo Jesús, y Javier Jesús; también trabajaba en el
Seminario, dictaba Francés y Latín a una sección de Humanidades, y dictaba
Castellano y Literatura en el Colegio Coromoto;
gané el Concurso de Credenciales y luego el Concurso de Oposición, a Dedicación
Exclusiva, en la asignatura Lengua Castellana, en el nuevo Núcleo de Educación,
creado en la Villa de Todos los Santos por la Universidad Rómulo Gallegos, renuncio a la docencia en bachillerato; nos
divorciamos; me caso con María, concebimos dos hijos, Fabio Antonio, y Airene
Fabiola, que fallece de cinco meses; con Rudy tuvimos a Cristina del Carmen; y
seguía preguntándome, preguntaba, estudiaba, y seguía aprendiendo de los
entornos humanos y ambientales…
Mariela ya me había hablado
de Dios, mas yo aun mantenía mis dudas, pero desde hace unos años, comencé a
encontrar el significado de las palabras de Jesucristo, y su forma de hablar de
Dios como su padre y nuestro padre, y de la esencia del Espíritu Santo…
Así comenzaron a colmarse
mi hambre y mi sed de conocimientos, empezaron a desaparecer mis dudas, y se
inició en mí la auténtica visión de amor para mirar a las gentes y las cosas de
este mundo, y recuerdo una idea de Platón en uno de sus diálogos, donde hace
hablar a Sócrates, y este dice en griego Jalepá
tá kalá…, Las cosas bellas son
difíciles…, para mí ha sido un largo y difícil camino llegar a sentir la
esencia del amor de Jesucristo…
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario