miércoles, 23 de septiembre de 2015

Tras de una vida sencilla 21

Tras de una vida sencilla                   21

       Nací cerca del río Guárico, y cuando tenía un año de nacido, mis padres se mudaron a Cabruta, a orillas del Orinoco, de aquí se fueron a San Fernando de Apure, a orillas del Apure, y aquí estuvimos hasta mis ocho años de edad, cuando volvieron a la Villa de Todos los Santos; y sobre todo fue en ese tiempo frente al Apure, cuando más disfruté de tantas cosas junto a mi papá, con él andaba a pie a distintas partes, y en la canoa él manejaba el canalete y yo la palanca, y me divertía, me entretenía con el vuelo de las aves, cuando las garzas pescaban metidas en el río, con las nubes pasajeras y de caprichosas formas, con el zambullir y resurgir de las toninas con sus resoplidos; y luego de mi bachillerato me fui a Mérida, y allá cuántos ríos, Chama, Mucujún, Pedregosa, Milla, me bañé en sus aguas frías, anduve a campo traviesa siempre acompañado, sobre todo de Mariela; y de regreso a la Villa de Todos los Santos voy al Guárico también acompañado, últimamente con María y Fabio, y mientras mantengo el nailon, pienso distintas cosas, intento que mis pensamientos sean buenos y bellos; entonces digo el pescador con nailon y anzuelo es un pensador…
       Soy amigo de la naturaleza, y en particular de las aguas en forma de lluvia, en manatiales, en aljibes, en el mar y en los ríos; sí, las aguas tienen para mí su encanto y asombro, y cuando miro en las aguas del río el nado de los peces, en tales instantes observo esas vidas, cómo buscan el alimento, y cómo discurren con sus instintos que nada saben del tiempo, solo discurren entre las aguas…

Adelfo Morillo

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