Tras de una
vida sencilla 11
Si pensamos con espíritu
puro, nuestros sentimientos en tantas formas los expresamos con palabras
verdaderas, y con acciones y reaciones sinceras. Cuando reflexionamos, el
silencio interno nos habla y nos orienta para los mejores procederes. Pensemos,
solo estamos de paso por una minúscula parte de eternidad, y cuando nos vamos,
el mundo y el universo permanecen; por tanto no podemos acabar con el dolor que
se esparce por el mundo, enfermedades, guerras, cataclismos, pero sí podemos
vivir sin la idea de posesiones materiales, pasar por la vida cubriendo
nuestras mínimas necesidades, sin la enfermedad del consumismo, y si llegamos a
tal estado de visión y de proceder, entonces andamos con mirada limpia, con
alegría dentro de nosotros por las notas de una canción, por la brisa que nos
toca, o por los encantos de cada día de sol o de luna…
Y si llegamos al estado de
saber comprender males y bondades, podemos darnos cuenta de que igual nos
criticarán, nos harán objeciones a nuestra forma de encauzar el espíritu, y
también estaremos preparados para no dejarnos apartar de nuestro rumbo, y
asimismo para que no nos envanezca los elogios que otros nos puedan hacer por
como llevamos nuestra vida cotidiana, y aun así aunque estos nos elogien, nos
respeten, también sabemos que no comparten nuestra forma de existencia, porque
ellos no hacen de sus días igual de lo que nosotros hacemos…
La mayoría de la gente
anda buscando fuera de ella, algo que los salve o a alguien que los oriente, y
no nos damos cuenta de que la salud física o de espíritu está dentro de
nosotros; por tanto si mentimos, debemos dejar de mentir, y en primera
instancia debemos dejar de mentirnos…
Adelfo Morillo
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