Andanza por nuestro
idioma 56
Las tareas escolares comienzan en Kindergarten, palabra alemana, Jardín de
niños, y esas tareas no terminan con los estudios universitarios, se nos
prolongan por toda la vida… Las tareas de vida son una misión y terminan con
nuestro último aliento, he conocido albañiles, carpinteros, obreros, amas de
casa, mujeres que trabajan realizando oficios de doméstica que casi dejan la
piel y todos sus esfuerzos los realizan, para que los hijos alcancen a terminar
una carrera universitaria, y no se rinden; los hijos se gradúan y aún continúan
tantos de esos incansables misioneros haciendo la misma labor, pero ya con la
satisfacción y la alegría como galardón, otros se quedan en casa, porque los
hijos graduados empiezan a trabajar y les piden que ya pueden estar más
tranquilos en el calor del hogar…
Yo estudié y me gradué y todas las
actividades que he realizado, las he cumplido con gusto y ahora estoy jubilado,
pero sigo cumpliendo actividades relacionadas con educación, y también me
dedico a esta tarea de escribir, y en cada página intento dar orientaciones
optimistas y sinceras; no me siento cansado, sí muy retribuido porque en
momentos y sitios diversos recibo saludos y atenciones espontáneas, que
agradezco a Dios y a las personas que han sido mis estudiantes, familiares y
amigos…
En esta tarea de escritura me valgo de
recuerdos, vivencias, lecturas, y también con la ayuda de más de cinco sentidos
abiertos al aprendizaje, al amor y a la alegría, y con fe sincera porque cada
día presente y futuro los veamos en horizontes de paz, concordia y buena
convivencia humana…
Mi papá le decía tarea a la labor de
cortar el monte de un pedazo de terreno como de media hectárea, fui con él tantas
veces en la curiara agua arriba del Apure a desmontar alguna roza, él con el
machete amoladito y con el garabato, tarea que realizaba en la entrada de
aguas, salíamos en la mañanita y llevábamos de bastimento cambures o catalinas
negras con queso blanco blandito, y yo miraba sentado bajo la sombra de algún
árbol, y mi papá, el solazo y los zancudos, todo era un zumba que zumba el
machete y el garabato, las resolanas, las picadas y los pinchazos…
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