En El Picacho 16
Una tarde llegaron a casa mis hermanos
Pina, Greta y Wistrimiro, y yo me alegraba siempre que estaba con ellos, al
rato le dijeron a mi papá que querían bañarse en el río, mi papá estaba
trabajando en su enramada bajo la parcha, y nos dijo que fuéramos, que él iba a
estar pendiente, que no nos alejáramos de la orilla, y encomendó a Pina por ser
la mayor de que nos vigilara, riéndonos nos fuimos todos al río, donde
brincábamos, gritábamos, y nos dejábamos llevar por la corriente, pero no
sabíamos nadar, de pronto escuchamos a Wistrimiro gritar llorando ¡Un palo, un palo, me picó un palo...!,
y casi al mismo tiempo gritó Pina ¡Algo
me picó..! Cuando mi papá oyó los gritos, llegó corriendo y sacó a
Wistrimiro y al mirar la herida, dijo que lo había picado una raya, Pina salió
cojeando y le chorreaba sangre de la herida, mi papá se llevó cargado a
Wistrimiro, y Pina se fue cojeando hasta la casa, poco a poco el dolor hacía
que Wistrimiro llorara y gritara más fuerte, y Pina escuchándolo, rogaba a Dios
y a la Virgen,
y les pedía que le quitaran el dolor a su hermanito y se lo pasaran a ella…
Al rato llegó el papá de Greta y de
Wistrimiro, y alguien dijo que les dieran orines de Greta por ser señorita, que
eso quita el dolor, hicieron que Greta orinara y les dieron a beber los orines
calienticos, como si los hubieran puesto al rescoldo de las topias del fogón…
Recuerdo que cuando escuché a Wistrimiro y
a Pina que gritaban porque algo los había picado, yo casi vuelo sobre las aguas
y me salí del río, y hasta las burbujas pensaba que eran las rayas respirando…
Fueron tantas las veces que me bañé
estando cerca mi papá a orillas del Apure frente a la casa, y también cuando
acompañaba a mi papá a tumbar vegas a orillas del Apure, agarraba la canoa por
el mecate y me desplazaba por el agua como si la canoa fuera una boya, y en
todo ese tiempo no aprendí a nadar en el Apure, sí aprendí a vivir innumerables
momentos de distinto color y cada día los atesoro más…
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