martes, 11 de febrero de 2014

Entre poesía



Entre poesía

     Encontrémonos otra vez con la poesía, y para ello les muestro estos versos de Rafael Cadenas…
                              Espero una canción distinta.
                              Una canción que me resuelva.
                              Una canción ligera como un azulejo.
                              Una canción que me eleve como un vino.
                              Una canción tan amorosa que ya no pueda desaparecer.
                              Una canción que me acoja después de lavado, sin tinieblas.
                              Con ella caminaré igual a la mañana.
                              Lleno de esa humedad viajera de lejos.
                              La mañana que vuelve limpia las cosas.
                              Que aviente de mí todo pesar.
                              Que no haga durar ninguna congoja.
                              Que me lleve de la mano por encima de los males.
                              Fuerte y confiable embarcación…

     Y es que la poesía canta en el arroyo y por los que no tienen sustento, por los que pasan hambre y cualquier clase de penuria, y florece en las formas efímeras y camineras de las nubes y se muestra en el musgo y en las florecitas entre las piedras y a orillas de las aguas menudas y cantarinas, y se sonroja en las mejillas de los niños parameros de los andes y también en el olor a pan tierno, el que se cuece sobre los budares o en migajas de pandehorno…
     Yo encuentro poesía en los sonidos que me llegan de la cocina, y me imagino las manos morenas sosteniendo la zanahoria, el repollo, la cebolla y los tomates, y el perfume de la carne sazonándose y el agua hirviente que recibe la pasta; me baño en poesía que cantan los pájaros y me elevo con las formas, colores y fragancias de las flores y con las mariposas de ingrávido vuelo…

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