Plaza Miranda
En el que fue pueblo de indios Misión de la Santísima Trinidad
o Misión de Abajo, ahí está erguida la estatua pedestre en bronce del
Generalísimo Sebastián Francisco de Miranda, a quien se le conoce como
Francisco de Miranda, y el prócer está con mirada tendida hacia el sur… Por el
este bordea una calle con un manteco a la orilla de la acera, por el norte se encuentra
la iglesia de Santa Rosalía de Palermo, por el oeste está ubicado un Centro de
Diagnóstico, y por el sur la calle principal… Alrededor de la plaza hay varios
mantecos y cerca de la estatua en contorno apreciamos varios orores… En la memoria
sabemos de las diversas dificultades familiares y personales de Francisco de
Miranda, de su vasta formación intelectual y de sus glorias militares en
Estados Unidos y Francia, de su acercamiento con la nobleza rusa, y hasta
rumores acerca de su posible romance con Catalina la Grande ; asimismo conocemos
de su incansable animo por la independencia de Venezuela y demás colonias
latinoamericanas, y en su momento fue protagonista de los movimientos revolucionarios
desde 1810 hasta 1812 en Venezuela, carrera que para él culmina después de la
capitulación de 1812 ante Domingo Monteverde, cuando en una madrugada oscura
fue apresado, entregado a Monteverde, que lo envía preso a España, hasta ser
confinado en la cárcel de La
Carraca en España, en donde seguramente vivió muriendo sus
últimos años, porque no era alma para estar prisionera, sino para vivir y
encauzar ideas y hechos de libertad, y esa madrugada también sigue siendo
oscura en cuanto si hubo razones para acusarlo de traidor, y al respecto surgen
diversas preguntas, que en lo que llevamos de historia desde ese momento, aún
siguen esperando respuestas razonadas y justas, lo que sí no tuvo nada de
oscura fue la expresión que profirió el Generalísimo cuando lo despiertan, y
después de despabilarse le dice al grupo que está allí para apresarlo:
-“¡Bochinche, bochinche, a esta gente le
encanta el bochinche..!”
Una expresión de una fuerza profética
asombrosa, porque a nuestro país le ha faltado disciplina y orden sistemáticos
y permanentes, y por dichas carencias no hemos adelantado en firmes discursos y
en hechos de auténtico desarrollo para todos en cánones de justicia social, y
causa primaria de nuestro ser y hacer como personas y como país ha sido el
signo del bochinche en el que gastamos tantos esfuerzos y tiempo…
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