lunes, 3 de diciembre de 2012


El Hombre que Calculaba

     Esta novela escrita por Malba Tahan nos dice en el capítulo 2: “Me llamo Beremiz Samir y nací en la pequeñísima aldea de Khoi, en Persia”… Beremiz Samir es el Hombre que Calculaba, y es significativa la forma como descubre sus habilidades para el álgebra, y aún más atractiva la manera como se hace amigo de esta disciplina… Comenzó nuestro protagonista como pastor al servicio de un rico señor, y para tener dominio de su labor se entretenía calculando el número de ovejas, y adquirió tal habilidad que a veces de una mirada calculaba sin error todo el rebaño…Luego se ejercitó contando los pájaros, cuando en bandadas, volaban frente a él, contaba hormigas y otros insectos, y hasta logró la proeza de contar todas las abejas de un enjambre.
     En un viaje que realiza a Bagdad va contando los árboles de la región, las flores que la perfuman y adornan, y los pájaros que la sobrevuelan…A la par de esta habilidad algebraica, Beremiz era de carácter alegre y comunicativo, y también sabía contar historias y narrar diversos episodios de la vida, y en ocasiones se quedaba varias horas en silencio…Después de pocas horas de viaje pudo resolver el problema que tenían tres hermanos, para dividirse equitativamente la herencia de 35 camellos… Apenas llegó a Bagdad fue invitado a ejercer el cargo de secretario de un visir, pero Beremiz siente que aunque ahí prospere y se enriquezca, pretende regresar a Persia, y nos dice: “ingrato es aquel que olvida la patria y a los amigos de la infancia, cuando tiene la felicidad de encontrar en la vida el oasis de la prosperidad y de la fortuna.” Y en algún momento le cuenta al compañero de viaje:
     - Viajamos juntos hasta ahora ocho días exactos. Durante ese tiempo pronuncié exactamente 414.720 palabras…
     Belamiz termina casándose con Telassim, bella como luna nueva, que era cristiana, y Belamiz antes de casarse quiso ser bautizado por un obispo que supiera la geometría de Euclides…
     Belamiz enfrentó y resolvió mil y más problemas de álgebra, y al que le supo dar mejor respuesta fue a las intimidades de su vida y de su amor…
  
     Amigo lector, estos son algunos de los cálculos que vas a encontrar en esta obra admirable, te invito a que la busques, si no la has leído, y te aseguro que te vas a encantar mientras viajas junto a Beremiz, y sigues con él el sinnúmero de aventuras relacionadas con las habilidades algebraicas… Si te dedicas a orientar el aprendizaje de la matemática, afortunado eres, si sabes encauzar el mundo de los números en tus estudiantes con el ingrediente del amor por esta hermosa y cautivante disciplina… Y si eres estudiante o amigo de los números en sus diversas posibilidades, llega a los cálculos con entusiasmo y con la amistad sincera para la magia de sus resoluciones…
     Uno de los tantos encantos de la lectura es el asombro… En cualquier línea nos sorprende alguna idea útil o hermosa… En este libro de tantos cálculos si aprendemos con Beremiz, podemos calcular la secuencia de asombros que nos van a ir apareciendo… En la lectura encuentras un mundo de inmensas posibilidades, sigamos su curso como río de aguas cristalinas, frescas y rumorosas…

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