El Hombre
que Calculaba
Esta novela escrita por Malba Tahan nos
dice en el capítulo 2: “Me llamo Beremiz Samir y nací en la pequeñísima aldea
de Khoi, en Persia”… Beremiz Samir es el Hombre que Calculaba, y es
significativa la forma como descubre sus habilidades para el álgebra, y aún más
atractiva la manera como se hace amigo de esta disciplina… Comenzó nuestro
protagonista como pastor al servicio de un rico señor, y para tener dominio de
su labor se entretenía calculando el número de ovejas, y adquirió tal habilidad
que a veces de una mirada calculaba sin error todo el rebaño…Luego se ejercitó
contando los pájaros, cuando en bandadas, volaban frente a él, contaba hormigas
y otros insectos, y hasta logró la proeza de contar todas las abejas de un
enjambre.
En un viaje que realiza a Bagdad va
contando los árboles de la región, las flores que la perfuman y adornan, y los
pájaros que la sobrevuelan…A la par de esta habilidad algebraica, Beremiz era
de carácter alegre y comunicativo, y también sabía contar historias y narrar
diversos episodios de la vida, y en ocasiones se quedaba varias horas en
silencio…Después de pocas horas de viaje pudo resolver el problema que tenían
tres hermanos, para dividirse equitativamente la herencia de 35 camellos…
Apenas llegó a Bagdad fue invitado a ejercer el cargo de secretario de un
visir, pero Beremiz siente que aunque ahí prospere y se enriquezca, pretende
regresar a Persia, y nos dice: “ingrato es aquel que olvida la patria y a los
amigos de la infancia, cuando tiene la felicidad de encontrar en la vida el
oasis de la prosperidad y de la fortuna.” Y en algún momento le cuenta al
compañero de viaje:
- Viajamos juntos hasta ahora ocho días
exactos. Durante ese tiempo pronuncié exactamente 414.720 palabras…
Belamiz termina casándose con Telassim, bella
como luna nueva, que era cristiana, y Belamiz antes de casarse quiso ser
bautizado por un obispo que supiera la geometría de Euclides…
Belamiz enfrentó y resolvió mil y más
problemas de álgebra, y al que le supo dar mejor respuesta fue a las intimidades
de su vida y de su amor…
Amigo lector, estos son algunos de los
cálculos que vas a encontrar en esta obra admirable, te invito a que la
busques, si no la has leído, y te aseguro que te vas a encantar mientras viajas
junto a Beremiz, y sigues con él el sinnúmero de aventuras relacionadas con las
habilidades algebraicas… Si te dedicas a orientar el aprendizaje de la
matemática, afortunado eres, si sabes encauzar el mundo de los números en tus
estudiantes con el ingrediente del amor por esta hermosa y cautivante
disciplina… Y si eres estudiante o amigo de los números en sus diversas
posibilidades, llega a los cálculos con entusiasmo y con la amistad sincera
para la magia de sus resoluciones…
Uno de los tantos encantos de la lectura
es el asombro… En cualquier línea nos sorprende alguna idea útil o hermosa… En
este libro de tantos cálculos si aprendemos con Beremiz, podemos calcular la
secuencia de asombros que nos van a ir apareciendo… En la lectura encuentras un
mundo de inmensas posibilidades, sigamos su curso como río de aguas
cristalinas, frescas y rumorosas…
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