Por un benigno cambio climático
En la página 208 de la novela, Inés del alma mía..., que
cuenta historias de Santiago de la Nueva Extremadura de Chile, escrita por
Isabel Allende, editada por Editorial Sudamericana, leemos el canto que
prodigan los hombres águilas, de la
nación mapuche, en lengua mapudunga. a la Madre Tierra: A ti. Tierra, Madre de la Gente, te
saludamos. Tierra y Gente son inseparables. Cada cosa que le ocurre a la Tierra,
le ocurre también a la Gente. Madre Tierra, te rogamos que nos des el alimento
que nos sustenta, te rogamos que no nos mandes mucha lluvia, porque se pudren
las semillas y el abrigo, y, por favor, no hagas temblar el suelo ni hagas escupir a los volcanes, porque se pasma
el ganado y se asustan los niños...
Adelfo Morillo
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