domingo, 25 de abril de 2021


Respeto por la palabra     106

Como a una legua

A media mañana de domingo

María y yo salimos de casa

para comprar lo necesario,

para hacer un hervido;

cuando íbamos a más de medio camino andado,

nos encontramos con Pedro Silva, Bioanalista,

y le digo: ¿silba y canta?

Me responde no tengo el talento del canto,

mas sí me aprendo poesías

como La Negra del maraquero..., escrita por Aquiles Nazoa

y recuerdo que el poeta zaraceño Ernesto Luis Rodríguez

tiene una poesía La negra del maraquero...,

y la empieza a recitar la de Aquiles Nazoa,

miro que Pedro tiene un libro en la mano derecha

y le pregunto: ¿qué libro es ese?

Me lo da en mi mano

y mientras recita, ojeo y hojeo el libro Andrés Bello...,

escrito por Rafael Caldera,

nos despedimos porque llega un posible candidato a Alcalde

del Municipio Francisco de Miranda,

nos ofrece la cola en su carro

y nos habla de la esposa que estudia Medicina

en la Universidad Central de Venezuela

y me dice que le habla a ella y a sus compañeras de estudio

de mi especialidad en Letras,

porque ellas entregaron un trabajo escrito

y el profesor de la materia

les dijo que estaba mal usado el gerundio;

le di mi contacto de Editor de texto online...

Cuando estábamos escogiendo lo del hervido,

empecé a encogerme por punzadas de cólicos,

empecé a sudar frío y me daba golpecitos por las costillas,

el dependiente me pregunta: ¿gases?, eso es maaalo,

y yo respondo: malo es poco...

Cuando regresamos a casa,

comienzo a preparar el fogón

y cuando ya casi estamos por bajar el hervido,

me dice María: mira aquellos mereyes rojitos,

me voy al patio este de la casa

y los agarro de una rama de la mata

y al ratico estábamos disfrutando del hervido,

que rubricamos con sendas tazas de café calientico,

luego María se fue a llevarle hervido

a la hermana Katiuska

que habita como a una legua...

 Adelfo Morillo

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