Respeto por la palabra 83
Para que este mundo fuera mejor
Cada
línea que escribo conlleva intención por la bella expresión; ahora traigo para
ustedes versos del poeta guariqueño Arístides Parra, en este soneto de regalo:
Vienes por un camino polvoriento. / Detrás de ti el crepúsculo declina / su
rosa celestial. Tirado al viento / duda mi corazón de golondrina. / Mientras tu
cuerpo lúcido camina / atado, por la voz del sentimiento, / el llano calcinado
se ilumina / con el lirio furtivo de tu aliento. / Llegas y ¡buenas tardes! Tus
palabras / -con acento de abeja vespertina- / pueblan de miel los vientos y las
abras. / Y en descenso de amor, desde el arcano, / mi corazón que andaba
golondrina / retorna al tibio alero de tu mano... ¿Quién fue el primer poeta en el
mundo? Sin duda fue el primer hombre enamorado por las formas de la mujer;
hasta el hombre más insípido cuando mira a una bella mujer, se vuelve meloso
sin que se dé cuenta; si solo la mira pasar, ese hombre habla con los ojos, se
arregla, se vuelve donosura y sin saber cómo se vuelve poeta... A mí me pasó hace
años, cuando en una media mañana a media cuadra de la plaza Bolívar de Villa de
Todos los Santos de Calabozo, caminaba, cuando miro delante de mí a una
muchacha acompañada de una señora, me hice repentista y la ofrendé: Eres
pequeña y bonita, / eres cómo yo te quiero... Seguí hacia la calle Simón Bolívar y
antes de cruzar hacia arriba volteé y, asombro, la chica acompañada de la
señora se había quedado en el sitio y solo continuó, cuando miró que yo iba a
cruzar en la esquina de la Casa de Alto... Si cada hombre se mantuviera galante
vez tras vez frente a la mujer, sin duda, esta sería una forma, para que este
mundo fuera mejor...
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