viernes, 12 de marzo de 2021

 

Respeto por la palabra      72

Este nuestro único mundo clama porque volvamos a los sentidos de las cosas bellas y buenas, donde tengan cabida las ilusiones, la magia, el misterio, los sueños y el asombro; ¿vamos a seguir cegados por la barbarie del cientificismo? Vamos a crear vida, con la siembra de aguas y de plantas y con palabras cristalinas, sin dobleces, sin eufemismos, sin rodeos, para exaltar cada cosa que traduzca salud para el planeta; si trabajamos para mantener sano el planeta, podemos sonreír en verdad con nuestros hijos y nietos; y sembrar en ellos el compromiso de amor para que la vida hermosa de cada especie continúe con fluidez. Y aquí surge la raíz de tal compromiso: la educación; y esta comienza con el respeto en el hogar, que se exhiba en las calles, que se dé de forma natural en las escuelas, colegios, universidades en pregrado y en postgrado; la educación como el oxígeno que respiramos, no es la única disciplina, pero sí la necesaria en cada momento, lugar y circunstancia: en fiestas diurnas o nocturnas, en tristezas y dolores físicos, morales o espirituales, en reuniones o asambleas de diversos asuntos... Quizás me crean iluso, realmente lo soy, mas este es el camino que nos lleva a la vida, solo si sembramos aguas y plantas. Sin agua y sin plantas acuáticas y terrestres dejamos sin herencia de vida bella y buena a nuestros hijos y nietos...

Adelfo Morillo

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