Campo de Carabobo
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Pasado,
proyección de presente continuo a futuro
Continuamos
mirando el Discurso pronunciado en Angostura el 15 de febrero de 1.819 por el
Libertador, Simón Bolívar, ante los diputados del Congreso… El Senado hereditario, como parte
del pueblo participa de sus intereses, de sus sentimientos y de su espíritu.
Por esta causa no se debe presumir que un Senado hereditario se desprenda de
los interese populares, ni olvide sus deberes legislativos. Los senadores en
Roma y los lores en Londres han sido las columnas más firmes sobre que se ha
fundado el edificio de la libertad política y social. Estos senadores serán
elegidos la primera vez por el Congreso. Los sucesores al Senado llaman la
primera atención del Gobierno, que debería educarlos en un colegio
especialmente destinado para instruir a aquellos tutores, legisladores futuros
de la patria. Aprenderían las artes, las ciencias y las letras, que adornan el
espíritu de un hombre público; desde su infancia ellos sabrían a qué carrera la
Providencia los destinaba, y desde muy tiernos elevarían su alma a la dignidad
que les espera. De ningún modo sería una violación de la igualdad política la
creación de un Senado hereditario; no es una nobleza lo que pretendo
establecer, porque como ha dicho un célebre republicano, sería a la vez
destruir a la libertad y a la igualdad. Es un oficio para el cual se deben
preparar los candidatos, y es un oficio que exige mucho saber y los medios
proporcionados para adquirir su instrucción. Todo no se debe dejar al acaso y a
la aventura de las elecciones; el pueblo se engaña más fácilmente que a la
naturaleza perfeccionada por el arte; y aunque es verdad que estos senadores no
saldrían del seno de las virtudes, también es verdad que saldrían del seno de
una educación ilustrada. Por otra parte, los libertadores de Venezuela son acreedores
a ocupar siempre un alto rango en la república que les debe su existencia. Creo
que la posteridad vería con sentimientos anonadados a los hombres ilustres de
sus primeros bienhechores; digo más, es de interés público, es de la gratitud
de Venezuela, es del honor nacional conservar con gloria, hasta la última
posteridad, una estirpe de hombres virtuosos, prudentes y esforzados que,
superando todos los obstáculos, han fundado la república a costa de los más
heroicos sacrificios.
*Ortografía
actualizada por Adelfo Morillo.
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