domingo, 17 de enero de 2021

 

Campo de Carabobo    9

Pasado, proyección de presente continuo a futuro

Continuamos leyendo el Discurso pronunciado en Angostura el 15 de febrero de 1.819 por el Libertador, Simón Bolívar, ante los diputados del Congreso… Solamente una necesidad forzosa, unida a la voluntad imperiosa del pueblo, me había sometido al terrible y peligroso cargo de dictador, jefe supremo de la república. Pero ya respiro, devolviéndoles esta autoridad, que con tanto riesgo, dificultad y pena he logrado mantener en medio de las tribulaciones más horrorosas que pueden afligir a un cuerpo social. No ha sido la época de la república que he presidido una mera tempestad política, ni una guerra sangrienta, ni una anarquía popular: ha sido, sí, el desarrollo de todos los elementos desorganizadores; ha sido, sí, la inundación de un torrente infernal que ha sumergido la tierra de Venezuela. Un hombre, ¡y un hombre como yo!, ¿qué diques podría oponer al ímpetu de estas devastaciones? En medio de este piélago de angustias, no he sido más que un vil juguete del huracán revolucionario, que me arrebataba como una débil paja. Yo no he podido hacer ni bien ni mal. Fuerzas irresistibles han dirigido la marcha de nuestros sucesos.

*Ortografía actualizada por Adelfo Morillo.

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