Campo
de Carabobo 22
Pasado,
proyección de presente continuo a futuro
Continuamos apreciando el Discurso pronunciado en
Angostura el 15 de febrero de 1.819 por el Libertador, Simón Bolívar, ante los
diputados del Congreso… Es
una inspiración eminentemente benéfica la reunión de todas las clases en un
estado en que la diversidad se multiplica en razón de la propagación de la
especie. Por este solo paso se ha arrancado de raíz cruel discordia. ¡Cuántos
celos, rivalidades y odios se han evitado! Habiendo ya cumplido con la
justicia, con la humanidad, cumplamos ahora con la política, con la sociedad,
allanando las dificultades que opone un sistema tan sencillo y natural, mas tan
débil que el menor tropiezo lo trastorna, lo arruina. La diversidad de origen
requiere un pulso infinitamente firme, un tacto infinitamente delicado para
manejar esta sociedad heterogénea, cuyo complicado artificio se disloca, se
divide, se disuelve con la más ligera alteración. El sistema de gobierno más
perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de
seguridad social y mayor suma de estabilidad política. Por las leyes que dictó
el primer congreso tenemos derecho de esperar que la dicha sea el dote de
Venezuela; y por las de ustedes, debemos lisonjearnos de que la seguridad y la
estabilidad eternizarán esta dicha. –A ustedes toca resolver el problema. -¿Cómo
después de haber roto todas las trabas de nuestra antigua opresión, podemos
hacer la maravillosa obra de evitar que los restos de nuestros duros hierros no
se cambien en armas liberticidas? Las reliquias de la dominación española permanecerán
largo tiempo antes de que lleguemos a anonadarlas: el contagio del despotismo
ha impregnado nuestra atmósfera, y ni el fuego de la guerra ni el específico de
nuestras saludables leyes han purificado el aire que respiramos. Nuestras manos
ya están libres, todavía nuestros corazones padecen de las dolencias de la
servidumbre. El hombre al perder la libertad, decía Homero,
pierde la mitad de su espíritu…
*Ortografía actualizada por Adelfo Morillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario