Campo
de Carabobo 10
Pasado,
proyección de presente continuo a futuro
Continuamos ojeando el Discurso pronunciado en Angostura
el 15 de febrero de 1.819 por el Libertador, Simón Bolívar, ante los diputados
del Congreso… Fuerzas
irresistibles han dirigido la marcha de nuestros sucesos. Atribuírmelos no
sería justo, y sería darme una importancia que no merezco. ¿Quieren conocer a
los autores de los acontecimientos pasados y del orden actual? Consulten los anales
de España, de América, de Venezuela; examinen las leyes de Indias, el régimen
de los antiguos mandatarios, la influencia de la religión y del dominio
extranjero; observen los primeros actos del gobierno republicano, la ferocidad
de nuestros enemigos y el carácter nacional. No me pregunten sobre los efectos
de estos trastornos, para siempre lamentables; apenas se me puede suponer
simple instrumento de los grandes móviles que han obrado sobre Venezuela. Sin
embargo, mi vida, mi conducta, todas mis acciones públicas y privadas están
sujetas a la censura del pueblo. Representantes: ustedes deben juzgarlas. Yo
someto la historia de mi mando a su imparcial decisión, nada añadiré para
excusarla; ya he dicho cuánto puede hacer mi apología. Si merezco su
aprobación, habré alcanzado el sublime título de buen ciudadano, preferible
para mí al de Libertador que me dio Venezuela, al de Pacificado que me dio
Cundinamarca y a los que el mundo entero pueda darme. Legisladores: Yo deposito
en sus manos el mando supremo de Venezuela. Suyo es ahora el augusto deber de
consagrarse a la felicidad de la república; en sus manos está la balanza de
nuestros destinos, la medida de nuestra gloria; ellas sellarán los decretos que
fijen nuestra libertad…
*Ortografía actualizada por Adelfo Morillo.
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