Caballos 3
Bucéfalo (en griego, Βουκέφαλος o Βουκεφάλας, de βούς
(bous), buey, o toro y κεφαλή (kephalé), cabeza, por lo que su significado es
cabeza de buey o cabeza de toro) es el nombre del caballo de Alejandro Magno de
Macedonia y posiblemente Bucéfalo es el caballo más famoso de la antigüedad; su
apodo Bucéfalo al parecer lo recibió el animal por el aspecto redondeado de su
cara y la considerable anchura de su frente, donde además resplandecía una mancha
blanca en forma de estrella. Plinio el Viejo y Pseudo Calístenes dicen que tal
mancha semejaba una cabeza de toro y estaba en su espalda. Plutarco relata que
Bucéfalo fue comprado por trece talentos por el rey Filipo II de Macedonia,
padre de Alejandro, a un tesalio llamado Filonico y fue a partir de entonces
cuando, según narra la leyenda, el caballo comenzó a mostrarse rudo y salvaje,
relinchando y lanzando coces por doquier, sin que nadie lograra apaciguarlo. Alejandro
se dio cuenta de que el caballo recelaba de su propia sombra. Alejandro giró la
cabeza del caballo hacia el sol, cegándole y subiéndose de un solo brinco al
caballo, momento que haría pronunciar a su padre, el rey Filipo II, la célebre
frase: Hijo, búscate un reino que sea igual a tu grandeza, porque Macedonia es
pequeña para ti. Se dice que desde entonces Bucéfalo sólo se dejaba montar por
Alejandro. Frente a esta descripción de la doma de Bucéfalo descrita por
Plutarco, el texto de Pseudo Calístenes sobre la vida del conquistador griego refiere
que Bucéfalo era un caballo de hermosa figura, pero dominado por un furor
salvaje que lo llevaba al extremo de la antropofagia, motivado quizás por la
creencia de que era descendiente de una de las yeguas de Diomedes, por lo que
Filipo decidió construirle una jaula de hierro a donde echaría a todos aquellos
que desobedecieran sus leyes. El Oráculo de Delfos predijo a Filipo que sería
rey de todo el mundo habitado aquel que pudiera montar a Bucéfalo y cruzar la
ciudad de Pela. Cuando, con 15 años, Alejandro descubrió la caballeriza del
animal y se acercó al caballo, este extendió sus patas delanteras y relinchó suavemente,
como si le reconociera como su amo, y el joven príncipe pudo sacarlo sin ayuda
de los criados y cabalgar con él por la ciudad, dominado por una completa
docilidad. En otra versión narrada por Diodoro Sículo, el caballo había sido un
regalo de Demarato de Corinto. Bucéfalo acompañó a Alejandro por toda su
campaña en Asia contra el Imperio Aqueménida, hasta cuando murió a los 30 años
durante o después de la batalla del Hidaspes, librada por el ejército macedonio
en el año 326 antes de Cristo contra el ejército del rey indio Poros. Aunque
hay quienes piensan que Bucéfalo murió en la batalla; otros creen que murió de
agotamiento y de viejo en el lugar donde Alejandro fundó en su honor la ciudad
de Alejandría Bucéfala; se cree que este sitio está localizado frente al
moderno pueblo de Jhelum, en la provincia del Panyab, al noreste del actual
Pakistán…
*Antropofagia (del griego anthropophágos, hombre, y
phágomai, comer). Costumbre de algunas gentes de comer carne humana.
Adelfo Morillo
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