Simón
Bolívar es luz sublime que transcurre con el tiempo
El Día
Histórico 4 de agosto de 1.825 marca mejor que nada el festejo de cada
venezolano y latinoamericano por el natalicio de Simón Bolívar en Caracas el 24
de julio de 1.783.
Arenga del Dr.
José Domingo Choquehuanca (nace el 4 de agosto de 1.789 en Azángaro, Perú,
muere en 1.854 en Azángaro) el 4 de agosto de 1.825.
El Libertador
Simón Bolívar, en viaje del Bajo al Alto Perú, llegó a Arequipa en mayo de 1.825;
y de esta ciudad pasó directamente al Cuzco, donde con fecha 20 de julio trazó
la ruta que debía seguir para llegar a Chuquisaca. El itinerario señaló como
lugares de tránsito, en las provincias de Arequipa y Puno, los pueblos de Santa
Rosa, Ayaviri, Pucará, Lampa, Cavanillas…
En el pueblo
de Azángaro, a tres leguas de Pucará, vivía a la sazón una familia de apellido
Choquehuanca. Esta familia era de origen alto peruano y descendía de don
Gregorio Choquehuanca, canónigo de la Catedral de Chuquisaca y de su hermano,
don Roque Choquehuanca, ambos constituían el tronco principal de aquella
familia.
El canónigo
había tenido un hijo en doña María Mercedes Béjar y León, en 1.789, llamado
José Domingo. El 3 de julio de 1.814 murió el canónigo Choquehuanca y legó sus
bienes, que eran cuantiosos, y su hermosa biblioteca, avaluada en cuatro mil
pesos, a su referido hijo José Domingo, haciéndolo aparecer como si fuese hijo
de su hermano Roque, y por consiguiente como sobrino suyo.
Don José
Domingo, mozo hábil, inteligente y vivaracho, y amante del estudio, se dedicó
con ahínco a instruirse en Chuquisaca, y ambicioso de correr el mundo se trasladó en 1.818 al Cuzco, en cuya Universidad
se graduó de doctor en leyes. Después de algún tiempo fue a radicarse al pueblo
de Azángaro, y allí le sorprendió la noticia del arribo del Libertador Simón Bolívar al próximo
pueblo de Pucará el 1° de agosto de 1.825.
Los vecinos de
Azángaro, deseando conocer personalmente al Libertador
y admirarlo de cerca, organizaron una expedición al pueblo de Pucará,
comisionaron al doctor José Domingo Choquehuanca, que era el más capacitado
entre todos ellos, para que pronunciase el discurso o la arenga de bienvenida.
El 2 de agosto
los sencillos vecinos de Azángaro se presentaron ante el Libertador en su alojamiento de Pucará. Se desprendió del grupo el
Dr. Choquehuanca, y con ademán respetuoso dijo
Quiso
Dios, de salvajes formar un gran imperio, y creó a Manco Capac; pecó su raza y
mandó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones, ha tenido piedad de la
América y lo ha creado a usted. Es usted pues el hombre de un designio
providencial; nada de lo hecho atrás se parece a lo que usted ha hecho; y para
que alguno pueda imitarlo, será preciso que haya otro mundo para libertar...
Usted ha fundado cinco repúblicas, que en el inmenso desarrollo a que están
llamadas elevarán su grandeza, donde ninguno ha llegado. Su fama aumentará así
como aumenta el tiempo con el transcurso de los siglos, y así como crece la
sombra cuando el sol declina…
(Ortografía actualizada por Adelfo Morillo)
Esta breve y
expresiva arenga, de hace 194 años, que en Bolivia es desconocida, en el Perú
fue antes y lo es ahora mismo considerada como una de las piezas históricas de grande
mérito, y que no solo ha merecido elogiosos comentarios de los escritores y de
los hombres públicos de aquella nación, sino que ella ha sido esculpida en el
mármol para enviarla a la tumba del Libertador
en Caracas.
Aún más. El
mismo Gobierno peruano ha subvencionado al municipio de Pucará para que celebre
solemnemente el centenario de la arenga, cada 2 de agosto.
Ya en 1921, el
Ministro Germán Leguía y Martínez, en el discurso que pronunció, en acto
oficial realizado en honor del Libertador,
se refirió a la arenga de Choquehuanca.
Para ensalzar
cumplidamente al Libertador hay que
reproducir la frase única y concisa de Choquehuanca, el sacerdote desconocido, que surge a la celebridad del rincón
ignorado de una aldea… Crecerá su gloria
como crece la sombra cuando el sol
declina…
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