jueves, 21 de junio de 2018

Solo era un muchacho


Solo era un muchacho

Me ando cada día en el patio,
alguna mañana me depara
olor a albahaca o a mastrantos
ahí me ando y miro,
miro alguna planta de flores amarillas,
en un amarillo que excede tal color;
alguna tarde me depara
sabor de coco o de mangos,
ahí me ando y pruebo puntería
contra mangos en sazón,
mi brazo no responde igual,
ya ando en el atardecer de mis años;
alguna noche me sorprende
rondas de luciérnagas,
cómo me encanto, me extasío,
ahí me quedo,
pienso y siento;
me voy a mi infancia,
ahí me quedo,
lloro sin lágrimas y me estremezco,
sigo tejiendo mi presente continuo
con que he ido bordando mis estelas de recuerdos,
a donde voy solo a abrevar en los recuerdos bonitos;
sigo tejiendo mi presente continuo
que presiento en futuros ingrávidos
con olor a bonitos momentos;
no niego los feos momentos de futuro
esos también los presiento,
andan en la estela del tiempo;
mas sigo en el patio,
donde aparecen o se esconden las lagartijas
y los morrocoyes,
donde florecen las plantas,
donde paren las plantas,
a donde llegan los pájaros
de colores, de formas y en cantos;
sigo en el patio,
de donde me vengo
y escribo lo que pienso y lo que siento;
mas aun sigo en el patio,
de allá me viene zumbido de alas,
olores de azahares y de recientes chubascos,
y de allá me vienen mis más bonitas alegrías,
las que he venido soñando desde mis años mozos,
de cuando solo era un muchacho…

                                                             Adelfo Morillo


No hay comentarios:

Publicar un comentario