Ahijados, papel y lápiz
Kindergarten significa en alemán Jardín de niños. Así es el mundo de aprendizaje inicial y luego sigue en primaria y seguidamente en bachillerato y continúa en los colegios e institutos universitarios y asimismo en las distintas disciplinas de licenciaturas universitarias y finalmente en los diferentes grados universitarios de postgrado, en especialidades, maestrías o doctorados.
En esta oportunidad hago referencia a las maestrías en Innovación educativa, en Gerencia educativa, y en Orientación educativa; me refiero al escenario de Innovación educativa que consiste en teoría y en práctica en el aula y en el ambiente escolar, una teoría de amor en el aprendizaje al conocimiento, en donde se hace que los estudiantes lleguen a la cotidiana curiosidad teórica y práctica por los diferentes aspectos del saber; y la Gerencia educativa que lleva en sí la ejecución de contenidos teóricos y prácticos de los distintos escenarios docentes y administrativos; y la Orientación educativa que se proyecta en el aprendizaje compartido con los estudiantes en cada uno de los niveles educativos; y bien sea que se labore en un Jardín de niños, en primaria, en bachillerato, o en algún ambiente universitario de pregrado o de postgrado, el maestro o maestra, el profesor o la profesora debemos profesar teoría y práctica de amor por el conocimiento; si así lo llevamos en la labor cotidiana, podemos estar seguros de que construimos mundos de agrado en actitudes, en teoría, y en acciones y reacciones cualitativas de respeto por los educandos menores o mayores de edad, y tal respeto no se da por decreto sino por teoría y hechos diarios humanísticos de buen afecto también en lo cuantitativo.
Y he aquí, mis ahijados, como les digo que en la escuela comienza el amor, si hablamos de Geografía, aprendemos puntos cardinales, andamos por ríos como el Guárico o el Orinoco, o cantamos por los esteros y las garzas; y si citamos la Gramática, hablamos de la mejor manera, porque así lo dice la Ortología, y si escribimos nos ajustamos a las normas que refiere la Ortografía, y es así que cuando escribimos, sabemos si es con b (be) o con v (uve), o si es con tilde o sin tilde como se escribe determinada palabra; y si dibujamos con la palabra o con el pincel, entonces relizamos una descripción o retrato; y con la Botánica sembramos lirios, rosales y claveles en el jardín de los colores; y con la Historia hablamos de nuestros hechos de independencia, de soberanía y de libertad; y con la Aritmética sumamos o multiplicamos pequeñas o grandes siembras en parcelas o en extensos campos; y seguimos cantando cometas y arrendajos, con las primeras hacemos piruetas en el aire y le damos hilo en lontananza, y los arrendajos despliegan sus trinos y colores; y, apreciados ahijados, me gusta mi país, Venezuela, canto a Lazo Martí, y también recuerdo al poeta de Zaraza, Ernesto Luis Rodríguez y es así como cito para concluir estos versos de él que tienen por nombre
El lápiz
El lápiz, con aire
de buen profesor,
zapatico negro,
sombrero marrón,
corbatín dorado,
camisa de sol,
anda presumido
bajo la lección-
En un pie se para
como admiración,
construye palabras
que ayer aprendió,
y sobre el cuaderno
con menuda voz
canta el alfabeto
de su corazón…
Delgado arquitecto,
fino constructor,
¡el lápiz togado
parece un doctor!
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario