No sé nada
del amor
¿Cómo descubrimos el amor?
En unos ojos llenos de luz,
en una sonrisa de ángel,
en pequeños detalles de seres amantes,
en silencios que dicen más que mil palabras.
Un hombre enamorado es tan evidente,
una mujer enamorada resguarda silencios.
Soy aprendiz en el amor,
sé muy pòco del amor,
a cada momento me sorprende,
me deja sin palabras,
me nacen dudas,
siento que sí es amor,
luego dudo,
me hago preguntas,
me alegro,
hago pausas.
No sé cómo ama ninguna mujer,
cada mujer es tan impredecible.
Yo amo a la mujer en el color de las flores,
en la lluvia menuda de luna o de sol,
en el perfume de su piel,
en las canciones que me gustan,
en palabras de azúcar, de anís y candor.
No sé cómo ama cada hombre a la mujer.
Yo quisiera ser el sueño más acariciado por la
mujer,
quisiera ser su música más sentida,
quisiera ser su ternura y sus delirios.
Nada sé del amor,
puede estar en los rincones más insospechados,
podemos hallarlo en la aurora y en el atardecer,
podemos sentirlo en noches de luna,
y aun así sigo sin saber nada del amor;
así que no me pregunten por el amor,
no me pidan orientaciones acerca del amor,
no sé nada del amor,
he aprendido algunas cosas del amor,
y aun así sigo sin saber nada del amor,
solo sé que me alegro de luna y sol,
disfruto frío y calor
y también atesoro presencias y ausencias.
Me siento feliz por momentos,
sobre todo al confesar que no sé nada del amor.
Adelfo Morillo
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