Tras de una
vida sencilla 30
He andado más de sesenta
años de vida, he tenido compañeros de escuela, he escuchado a maestras y a
profesores, he caminado con amigos, y sobre todo con mi amiga, Mariela, y ahora
comprendo que no debo juzgar a ninguno de ellos ni a nadie; yo me juzgo y
elijo, y desde hace un tiempo elegí a Dios, y sé que esta elección es difícil,
y por ello me preparo cada día con más amor y fe…
Cuando cursaba Latín I en
la Escuela de Letras, nos dictaba esta cátedra Ovidio, recuerdo su memoria
asombrosa, nos hicimos amigos, y él orientaba su vida en admirar la belleza
física y espiritual, era un lector cabal, incorforme y crítico de las
circunstancias en que vivíamos la gente en esos tiempos; de él entiendo algunas
cosas, y las llevo en mi morral de aprendizaje y de práctica en mi vida…
Yo asumo que Dios es belleza,
y una manifestación de tal belleza fue que creó este mundo natural, y como
ápice de inteligencia creó al ser humano, hombre y mujer, con la idea de que contempláramos
tanta belleza, y a la vez lográramos crear belleza física y más aun en nuestros
espíritus, mas hombres y mujeres empezamos a perseguir mentiras, espejismos y
vanidades, y cada día nos confundimos y nos perdemos más, y lo más terrible
estamos ahogando la vida de nuestra casa común, la naturaleza…
Seguramente todavía estamos
a tiempo de elegir por la belleza y por cada manifestación pequeña y grande de
vida, Dios quiera, y así sea…
Adelfo Morillo
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