miércoles, 7 de octubre de 2015

Tras de una vida sencilla 30


Tras de una vida sencilla                       30

       He andado más de sesenta años de vida, he tenido compañeros de escuela, he escuchado a maestras y a profesores, he caminado con amigos, y sobre todo con mi amiga, Mariela, y ahora comprendo que no debo juzgar a ninguno de ellos ni a nadie; yo me juzgo y elijo, y desde hace un tiempo elegí a Dios, y sé que esta elección es difícil, y por ello me preparo cada día con más amor y fe…
       Cuando cursaba Latín I en la Escuela de Letras, nos dictaba esta cátedra Ovidio, recuerdo su memoria asombrosa, nos hicimos amigos, y él orientaba su vida en admirar la belleza física y espiritual, era un lector cabal, incorforme y crítico de las circunstancias en que vivíamos la gente en esos tiempos; de él entiendo algunas cosas, y las llevo en mi morral de aprendizaje y de práctica en mi vida…
       Yo asumo que Dios es belleza, y una manifestación de tal belleza fue que creó este mundo natural, y como ápice de inteligencia creó al ser humano, hombre y mujer, con la idea de que contempláramos tanta belleza, y a la vez lográramos crear belleza física y más aun en nuestros espíritus, mas hombres y mujeres empezamos a perseguir mentiras, espejismos y vanidades, y cada día nos confundimos y nos perdemos más, y lo más terrible estamos ahogando la vida de nuestra casa común, la naturaleza…
       Seguramente todavía estamos a tiempo de elegir por la belleza y por cada manifestación pequeña y grande de vida, Dios quiera, y así sea…
                                                                                                 

Adelfo Morillo       

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