Andanza por nuestro idioma 172
Diego
Diego es palabra de etimología griega, y
significa hombre instruido; en Mérida tuve un amigo de nombre Diego,
caminábamos a las cinco de la mañana aproximadamente durante cuarenta y cinco
minutos, regresábamos a la residencia, y cuando me metía bajo la regadera del
baño, mi cuerpo despedía gran humareda; y Diego después de vestirse preparaba su
desayuno de aceite de oliva con rebanadas de pan salado, me ofrecía, pero no
tengo ese gusto; en ocasiones tocaba la guitarra y cantaba, a veces hacía
cantar la armónica o sinfonía, y en la guitarra me gustaba, cuando hacía
escuchar los acordes de La casa del sol naciente; Diego no solo es
instruido, como más valioso es educado; él estudiaba Medicina y de pronto
trabajó en el mismo Colegio, donde yo trabajaba, él daba Religión, es católico
de fe; pasó algún tiempo y se fue a una de las Islas Canarias, de donde es
natural, y me enteré de que un día aciago tuvo un delicado accidente en
bicicleta, de eso hace más de treinta años, confío en que donde te encuentres,
amigo Diego, estés bien en actitudes de amor; Dios quiera y abras este blog, y
te enteres de que tengo bonitos recuerdos de ti…
Diego es uno de mis nietos, vive en San
Cristóbal, tiene nueve años y confío en que Dios le dará salud mental y física,
inteligencia y primero que nada amor en sí y para los demás…
Voy a intentar esta canción para
Diego
En
un sitio del alma
canto con alegría y amor;
con
letras de trigo limpio
y
acordes de guitarra…
En
este guiño de mañana
entono esta ilusión;
con voces de alma
y
notas de bella dama…
En
un sitio del alma
recuerdo y no olvido
cadencias de neblinas
entre madrigal y amores…
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario