domingo, 23 de febrero de 2014

Y no me voy, aquí me quedo



Y no me voy, aquí me quedo

     Me estuve paseando por el patio, mirando los uveros, los tamarindos y los merecures, los mereyes o marañones con sus zarcillos amarillos, y los mereyes rojos ni siquiera han florecido, y las plantas mapurites, los anises, y los icacos, al lado este del porche también está un icaco, y la dama de noche, las palmeras y los crotos, el Juan de la calle, las ixoras amarillas y rojas, y la chirimoya pulpa naranja con sabor y olor a manirota, el cadillo pata ‘ perro, el riñonero, las sábilas y la corona de Cristo, los chaparros, los nonis, los limoneros y los naranjos…
     Cuando nos mudamos a esta nuestra casa solo había cinco ciruelos, el símbolo de la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles, porque de Calabozo y de otras partes de Venezuela llegan a la Misión a buscar ciruelas en los meses de marzo y abril, y disfruto con las formas, olores y colores que miro en los cocoteros, orores, espinitos, chayas y picapicas; y me baño de fragancias y colores que prodigan los onotos, cañas de la India, el jenjibre chino, los jazmineros y azahares y la planta que florece a medianoche; anduve por entre los algodoneros pajarito, los almendros, los guayabos y el guayabo sabanero…
     Ahora le escribo a los yagrumos, a las plantas flor de paraíso, a los botoncillos, yuquillas y rosas de Madagascar, y no me voy, aquí que quedo leyendo, oyendo música, mirando películas, conversando y lanzando líneas al viento en este blog de mis alegrías y sueños…
     Cuando andaba entre las plantas del patio, me detuve a mirar los olivos, las matas de yuca, bajo la sombra de los mangos de las vecinas, y rondaban las avispas, abejas, moscas, cimarrones y mariposas, y las libélulas dibujando piruetas en el aire, y los tucusitos visitando, libando, chupando y oliendo de flor en flor, y los piñeros recientemente cargados con las piñas plenas de espinas y de flores, y no me contuve y a uno de ellos le tomé una foto con la cámara del teléfono celular, y ahí la tengo junto a los frutos rojos del manzanito de jardín y de la flor de la corona de Cristo, y no me voy, aquí me quedo escuchando cantar los pájaros y mirando, pensando y soñando,,,

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