Para este amor solo
basta la aurora de dos
Ahora sabes por qué me fijé en ti, estabas
detrás del quiosco, bajo la sombra de unos mangos, yo había salido de la Universidad, y cuando
iba llegando hasta el quiosco, te inclinaste sobre el lavadero y la franela se
te alzó, a partir de ese momento te miré por vez primera, porque hasta ese
momento te había ignorado, no recuerdo el día ni la fecha, pero sí sé que era
una tarde de calor y de sed, y tampoco recuerdo las cosas que te dije ese
primer día, sí sé que todas estaban llenas de buenas intenciones y sin
mentiras, pasaron los días y pasaron cosas que no me animaban mucho a seguir
adelante, te brindé atenciones, y todo comenzó porque me dieron el número de
teléfono de la casa donde vivías, y te sorprendí con una llamada, y sí recuerdo
las atrevidas palabras de amor, y un viernes por la noche te invité a San
Fernando de Apure, para la primera hora de la mañana siguiente de ese sábado
veintinueve de noviembre de mil novecientos noventa y siete, y esa mañana te
estuve esperado y llegaste en un taxi, justo cuando pensaba que no llegarías,
me subí al taxi y nos fuimos hasta el terminal de autobuses, en ese trayecto me
regalaste un mundo de alegrías, y cuando ya íbamos en autobús hacia San
Fernando, pensé tantas cosas a futuro junto a ti, llegamos al puente María
Nieves, apenas pasamos, nos bajamos y seguimos caminando, yo iba con las
calificaciones finales de una asignatura de Maestría en la Universidad
Bicentenaria de Aragua, que yo había dictado y ese sábado
culminaba, llegamos hasta el hotel La
Fuente, tomé una habitación, me ayudaste a pasar los
promedios finales, y te quedaste, mientras yo iba a cumplir con mi compromiso
académico, ya avanzada la tarde regresé y se nos fue el tiempo sin darnos
cuenta, y ya de noche dejamos la habitación y nos fuimos a cenar, llegamos
hasta un restaurante frente a la fuente de los caimanes y de la estatua
imponente de Pedro Camejo, el célebre valiente inolvidable Negro Primero, y
mientras comíamos y hablábamos, tomé una servilleta y te escribí María Zoraida…El Apure ahora de noche parece
una sombra de luna, para este sábado 29 de noviembre, miro a María Zoraida con
dulzura… Y nos llegamos hasta el terminal y en el autobús hacia Calabozo íbamos
abrazados y diciéndonos cosas y temores,
y llegamos a tu casa, nos despedimos, y llegó el domingo, y nos encontramos en
la tarde, fuimos a cenar y en una tarjetica te escribí 30-11-97… Suspiros por mi hermosa niña pedí a Dios. Y
ahora me invade una profunda alegría. Y solo puedo decir: gracias, Dios, por
esta dicha, por María Zoraida… Y te miraba, y en el reverso de la tarjetica
volví a escribirte María Zoraida… Cuando
una burbuja nos viene del azul, en ese momento los ángeles cantan por los
hombres y mujeres portadores de amor…Y volvimos a vernos al día siguiente,
salimos a cenar y mientras tomé una servilleta y dibujé una rosa y un clavel, y
te escribí Somos una rosa y un clavel que
vencimos la soledad con el amor… Y escribí mi nombre y firmé. Y el lunes
nos volvimos a encontrar, nos fuimos a cenar y así te escribí María Zoraida… En este día de luna solo los
enamorados comprenden el color de la música íntima… Y en el reverso dibujé
dos rositas y te escribí La misma rosa y
clara persiste sobre la fragancia del tiempo sin distancia… Y firmé... Y
también al día siguiente volvimos a encontrarnos y nos fuimos a cenar, y la
servilleta guarda mis letras, ahí te escribí el acróstico:
Mi dulce compañera
Ahora comienza este
Romance de luna.
Imagino que esta noche de
Amor es
un día de Dios.
Zoraida es una bella
Oración en medio del silencio.
Recuerda que la real
Armonía nace de ti. No es
Imposible nada, si le
Dedicas toda la fe. Te
Aspiro
en cada palpitar de mí.
02-01-98
Y en la noche del jueves nos encontramos
nuevamente, y nos fuimos a cenar, y mientras tomé una servilleta y te escribí María Zoraida… Antes de que empiece esta
melodía, puedo decirte una palabra azul de amor, eres la mujer hilvanadora de
mis sueños y de mis esperas por la ternura… Y firmé en le reverso…
Pasaron soles y lunas y el veintiocho de
diciembre salimos a cenar y en una servilleta así te escribí Navidad… Aroma de luceros en el infinito.
Perfume de ángeles en el aire. Cuando un niño sonríe por la lluvia de jazmines.
Cuando un hombre canta por la mirada de la mujer amada. Para estos tiempos de
colores suspendidos en las hojas de las plantas. Para estas notas largas
surgidas de las niñas dulces. Este ahora de rosas entre las manos de mi amada.
Esta luciérnaga de pan en las flores del patio. Esta es la navidad de los
ancianos que viven con dignidad sin ocaso. Es la navidad del llano verde, y de
la montaña blanca. Canto esta navidad de mar y de nubes de cotufas en el azul.
Cuando el siempre se confunde con la distancia. Cuando los poetas caminan el
concierto de las mieses. Cuando los juglares siembran laúdes en las noches
serenas. Canto esta navidad de azúcar en las flores blancas del apamate. Canto
esta navidad de petunias en las hojuelas de las ardillas… 28-12-97…
Y el primero de enero te escribí esta
poesía:
Para este amor
Para
este amor
no
basta la palabra ilusión.
Comenzamos con una
broma de abril,
con las
primeras brisas de la mañana,
con una
broma de abril.
No
había ningún plan,
solo
hubo miradas amantes,
solo
hubo instantes de amor.
Para este amor
no
basta la palabra ilusión.
San
Fernando sigue en mis sueños,
el
Apure sigue en mi infancia.
San
Fernando y tú
San Fernando y mi amor.
Todo
comenzó con una broma de abril,
todo
empezó con una broma de ti.
Esta
es nuestra canción de dos,
esta
es nuestra canción de amor.
Para este amor
no
basta la palabra ilusión.
Para este amor de dos,
para este amor de dos,
no
basta la palabra ensoñación,
no
basta la flor ni el color.
Para este
amor
solo basta esta respiración de dos.
Para este amor
solo basta esta aurora de dos.
01-01-98
Y con el tiempo de soles y lunas pasaron
tantas cosas, y nos hemos equivocado una y mil veces más, y yo una y un millón
de veces más, pero aquí seguimos, y le doy gracias a Dios, porque hasta el día
de hoy persiste y en adelante persista, porque para este amor solo basta esta
aurora de dos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario