Saber, saberes
Todos sabemos más de una cosa, sabemos por
donde sale y por donde se oculta el sol, sabemos que somos mortales, y también
sabemos que somos imperfectos, que nos equivocamos con frecuencia, pero debemos
saber ser inteligentes, para no reincidir en las mismas equivocaciones… En
Venezuela ahora se habla de saberes, lo cual es bueno, y es un concepto tan
amplio, que los encargados de dirigir estas casas de saberes, solo deben darle
cabida a todos los campesinos y citadinos, porque hay los que saben hacer arepas,
empanadas, gofios, torrejas, tabletas, batidos, buñuelos, cachapas, ayacas,
orejitas, tisanas, quesillos, flanes, tortas, gelatinas, paloapique, mondongo,
pizzas, paellas, bienmesabes, majaretes, catalinas o paledonias, panes, y
tantas otras cosas más de la dulcería, repostería y culinaria…
En estas casas de saberes tienen cabida
los que saben hacer chinchorros, alpargatas, cuatros, arpas, violines, maracas
o capachos, mesas, aguamaniles, tinajeros, marimbas, canoas, barcazas, bongos,
sillas de mesa o sillas de montar, cobijas, sábanas, pesebres, marionetas,
muñecas, títeres, porsiacasos, morrales, pantalones, faldas, vestidos, camisas,
liquiliquis, guayaberas, y aún muchas cosas más…
También caben en estas casas de saberes
los cuentacuentos, recitadores, declamadores, compositores, músicos,
escritores, poetas, oficiantes, profesionales en las distintas disciplinas, religiosos,
ensalmadores, curanderos, hierbateros o yerbateros o herbolarios, comadronas,
ayos y ayas, sobadores o componedores, rezanderos, amansadores de bestias,
coleadores, cantores, improvisadores y contrapunteadores, y siguen en puntos
suspensivos…
Saber y sabor a veces se igualan en
significación, y así podemos escuchar, cuando alguien pregunta, ¿a qué te sabe
esta comida?, y podemos responder, me sabe a agridulce muy exquisito y sabroso…
Como vemos es un camino abierto el mundo
del saber y de los saberes…
No hay comentarios:
Publicar un comentario