sábado, 14 de diciembre de 2013

Saber, saberes



Saber, saberes

     Todos sabemos más de una cosa, sabemos por donde sale y por donde se oculta el sol, sabemos que somos mortales, y también sabemos que somos imperfectos, que nos equivocamos con frecuencia, pero debemos saber ser inteligentes, para no reincidir en las mismas equivocaciones… En Venezuela ahora se habla de saberes, lo cual es bueno, y es un concepto tan amplio, que los encargados de dirigir estas casas de saberes, solo deben darle cabida a todos los campesinos y citadinos, porque hay los que saben hacer arepas, empanadas, gofios, torrejas, tabletas, batidos, buñuelos, cachapas, ayacas, orejitas, tisanas, quesillos, flanes, tortas, gelatinas, paloapique, mondongo, pizzas, paellas, bienmesabes, majaretes, catalinas o paledonias, panes, y tantas otras cosas más de la dulcería, repostería y culinaria…
     En estas casas de saberes tienen cabida los que saben hacer chinchorros, alpargatas, cuatros, arpas, violines, maracas o capachos, mesas, aguamaniles, tinajeros, marimbas, canoas, barcazas, bongos, sillas de mesa o sillas de montar, cobijas, sábanas, pesebres, marionetas, muñecas, títeres, porsiacasos, morrales, pantalones, faldas, vestidos, camisas, liquiliquis, guayaberas, y aún muchas cosas más…
     También caben en estas casas de saberes los cuentacuentos, recitadores, declamadores, compositores, músicos, escritores, poetas, oficiantes, profesionales en las distintas disciplinas, religiosos, ensalmadores, curanderos, hierbateros o yerbateros o herbolarios, comadronas, ayos y ayas, sobadores o componedores, rezanderos, amansadores de bestias, coleadores, cantores, improvisadores y contrapunteadores, y siguen en puntos suspensivos…
     Saber y sabor a veces se igualan en significación, y así podemos escuchar, cuando alguien pregunta, ¿a qué te sabe esta comida?, y podemos responder, me sabe a agridulce muy exquisito y sabroso…
    Como vemos es un camino abierto el mundo del saber y de los saberes…

No hay comentarios:

Publicar un comentario