Todo pasa y todo queda
Los hacedores o creadores encuentran en su
oficio una manera de interpretar el mundo, de comprenderlo, y con excepciones
algunos de ellos sucumben ante el horror de los hechos cotidianos, bien sea en
la música, pintura, escultura, canto, o en la literatura, el creador expresa su
mundo interior en el lenguaje propio de su oficio, y en cada obra reconocida o
no, el creador manifiesta algún desgarramiento o sublimidad existencial
objetiva o subjetiva…
Arthur Adamov natural del Cáucaso (Rusia)
escribió su obra en francés, y en el relato La
confesión (L’Aveu) narra el dolor
que lo atormenta; en La parodia (La
Parodie ) de la que Adamov dice que la materia prima la
encuentra en “los sucesos cotidianos más ordinarios, particularmente escenas de
la calle, y que una representación teatral debería ser la intersección entre
los mundos visible e invisible, o en otras palabras, la expresión, la
manifestación de los contenidos latentes que forman la cáscara que envuelve la
semilla del drama”; luego La invasión
(L’invasión) recibe de la crítica los
mejores elogios, y Jean Vilar dice que en esta obra teatral Adamov renuncia “a
los ornamentos del diálogo y la intriga y por haber devuelto al drama toda su
rígida pureza”; en 1953 estrena El profesor
Taranne (Le professeur Taranne),
sigue en 1955 con Ping-Pong y luego Paolo Paoli… Y como si fuera la bajada
de telón de su propia vida, Adamov se suicida en 1970…
En el relato bíblico leemos que “al principio fue la palabra”, para crear
y nombrar, para en el tiempo y en el espacio dar vida, fe y alegría, y
tristemente a veces el discurso creador no es suficiente para satisfacer a un
ser atormentado, pasional o radical… ¡Qué acto más inexplicable para los
espectadores como el suicidio! La muerte es la espada de Damocles, solo no
sabemos dónde, cómo, ni cuándo nos va a segar, pero la muerte es el terrible
temor que no nos abandona, mas de la manera como se dé la muerte, el mundo
permanece en la eternidad, una flor muere y otra florece, se desvanece un
amanecer y sigue otro, como escribió Antonio Machado:
“Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario