viernes, 11 de marzo de 2016

¿Alguna vez nos hemos preguntado?


¿Alguna vez nos hemos preguntado?

¿Hemos visto el rostro de Dios?
Si respondimos que no, entonces

*No lo hemos contemplado en un amanecer o en un atardecer…

*No lo hemos visto, cuando miramos el rostro o la sonrisa de un niño…

*No lo hemos mirado reflejado en el rocío de una rosa…


¿Hemos sentido a Dios?

Si respondimos que no, entonces

*No lo hemos sentido, cuando tenemos frío y los rayos del sol entibian

 nuestros huesos…

*No lo hemos sentido, cuando el viento se abraza a nuestro cuerpo…

*No lo hemos sentido, cuando el agua refresca nuestra sed…

*No lo hemos sentido, cuando un amigo nos abraza en nuestra soledad…

*No lo hemos sentido, cuando nuestro corazón se complace en dar, que es

 la mejor forma de recibir…


¿Hemos percibido a Dios?

Si respondimos que no, entonces

*No lo hemos percibido, cuando las rosas esparcen su fragancia…

*No lo hemos percibido, cuando el olor del mar nos llega con el aire al

 caminar en el atardecer…

*No lo hemos percibido, cuando volvemos a despertar y respiramos…


¿Hemos oído llorar a Dios?

Si respondimos que no, entonces

*No lo hemos escuchado, cuando un niño es agredido o abandonado…

*No lo hemos escuchado, cuando lo olvidamos y le damos la espalda…

*No lo hemos escuchado, cuando vivimos para el mundo y no para el cielo

 y reino de Él…

*No lo hemos escuchado, cuando no lo amamos…

*No lo hemos escuchado, cuando acudimos a Él por nuestros problemas o

 por enfermedad…

*No lo escuchamos, cuando tomamos malas decisiones, y a Él culpamos

 por las consecuencias…

*No lo escuchamos, cuando triunfamos y no creemos que fue Él quien lo

 hizo posible…


¿Hemos visto los ojos de Dios?
  
Si respondimos que no, entonces

*No lo hemos mirado en la inmensidad de un cielo estrellado…

*No lo hemos mirado en la inocencia de un niño…


¿Hemos escuchado la voz de Dios?

Si respondimos que no, entonces

*No hemos querido escuchar nuestra conciencia y nos resistimos a

 reconocer nuestras culpas…


¿En dónde miramos la creatividad de Dios?

*En el amor y en la belleza de cada nueva vida…


miércoles, 9 de marzo de 2016

Tal día como hoy


Tal día como hoy

                  
                    Tal día como hoy, nueve de marzo,
                    naciste, abuela materna, madre mía,
                    de eso hace ciento once años;
                    me tomaste a tu cuidado,
                    desde cuando nací
                    en mil novecientos cincuenta y dos;
                    naciste a orillas del Apure,
                    yo nací cerca de orillas del Guárico,
                    dos vidas en ríos distintos;
                    y hoy mi memoria es para ti;
                    en estas líneas sentidas;
                    no olvido tu sazón,
                    en las cachapas,
                    en las arepas con conchas de brasas,
                    en los buñuelos, en tabletas de coco,
                    en el paloapique,
                    en tortillas de huevos de baba
                    y en el dulce de huevos de tortuga…

                    Un nueve de marzo, un nueve de marzo
                    para una memoria fui convidado,
                    por allá a orillas del Apure,
                    donde nació mi abuela materna,
                    mi madre de crianza, María Catalina,
                    con sus apellidos, Mendoza Olivares…

                    Mis memorias más lejanas
                    me vienen, creo,
                    de cuando yo tenía cinco años,
                    vivíamos en El Picacho,
                    un sitio de San Fernando,
                    a orillas del Apure,
                    ahí en el patio de la casa
                    seguía el paso moroso y húmedo de las guaruras,
                    lanzaba al aire granos de maíz
                    amarrados con una cabuya,
                    y caían enredados en la cabuya caballitos del aire,
                    entre esas memorias,
                    me viene una frente al río en noche de Luna,
                    estábamos mi mamá de crianza y yo,
                    la Luna alumbraba,
                    mi mamá cosía,
                    yo miraba la Luna,
                    y a mi mamá digo
                    En la Luna se ve
                    como si una mujer estuviera cosiendo
                    Y mi mamá me dijo
                    Sí, es la Virgen María
                    tejiendo unos escarpines al Niño Jesús,
                    para que no le dé frío
 
                                                                           Adelfo Morillo

martes, 8 de marzo de 2016

Título de maestro a Don Simón Rodríguez

Título de maestro a Don Simón Rodríguez

Título de maestro de escuela de primeras letras expedido a favor de Don Simón Rodríguez, Caracas, 1791

       En la ciudad de Caracas, a veinte y tres de mayo de mil setecientos noventa y un años, se juntaron a cavildo ordinario los señores de este Muy Ilustre Ayuntamiento, a saver: Don Diego Blanco y don José Ignacio Michelena, Alcaldes ordinarios; don Luis Blanco, Alcalde provincial; don José Escorihuela, Fiel Ejecutor; Lizenciado don José Hilario Mora y don Francisco García de Quintana, Regidores; con asistencia del señor don Bernardo Butragueño, Procurador general, y no asistió el señor don Juan Felis Lira, por empleado en el real servicio, los demás ignórase la causa; y así juntos dichos señores concurrentes se acordó lo siguiente:
       En este cavildo, a consecuencia de lo representado por don Guillermo Pelgrón, Maestro principal de primeras letras, latinidad y elocuencia en esta Capital, proponiendo para servir la escuela de niños de primeras letras a don Simón Rodríguez, de este vecindario, con la dotación de cien pesos asignada por la junta Superior, por su decreto de veinte y cinco de octubre del año pasado de mil setecientos ochenta y ocho, en vista de lo resuelto por Su Magestad en su real cédula de seis de abril de dicho año, y mediante lo expuesto por el Ilustre Ayuntamiento en sus cavildos de veinte y siete de septiembre y seis de octubre de dicho año, a consecuencia de lo representado por el Síndico general a los treinta del mismo septiembre, sobre el fondo de los caudales y Rentas Propios y lo que su inteligencia han expuesto los señores alcaldes ordinarios don Diego Blanco y don José Ignacio Michelena acerca de la conducta, havilidad y demás circunstancias del propuesto don Simón Rodríguez, como comisionados de este Ilustre Ayuntamiento, dixeron: que desde luego admitían al dicho don Simón Rodríguez para servir la Escuela de Niños de primeras letras guardando en todo las reglas y principios establecidos, y admitidos, y que se le fixarán por el citado Guillermo Pelgrón, Maestro Principal, según le está prevenido en su título que, se despachó en diez y seis de enero del año pasado de mil setecientos setenta y ocho que se ha tenido presente y se le debolverá encargado de su mayor cuidado y atención, y de la prudencia y suavidad con que debe portarse a afecto de que se logren los altos fines del establecimiento, deviendo ante todas cosas el propuesto don Simón de aceptar y jurar que cumplirá bien y fielmente este encargo, para cuyo efecto comparecerá ante este Ylustre Ayuntamiento y, verificado, se le entregará testimonio de este nombramiento para que le sirva de Título, y en virtud de él se le pondrá en posesión por el señor Regidor don Francisco García de Quintana, acompañado de mí, el presente escribano, para lo que este Ylustre Ayuntamiento le da bastantes comicios, y desde el día en que fuere puesto en ella gosará del sueldo anual de cien pesos que se le pagarán de las Rentas de Propios por el Mayordomo de ellos, a quien ocurrirá con las diligencias para que tome rasón y le asista con la quota asignada, toman recivo de sus pagas que presentará con sus cuentas. Quedando advertido el dicho don Simón que debe azar de la mayor moderación en quanto a la gratificación o contribución voluntaria de los Niños que tengan posivilidad para ello , y de no tirar cosa alguna de los que fueren notoriamente pobres. Y pásese testimonio de esta Acta al señor don Francisco García de Quintana para el efecto de poner en poseción al nominado don Simón Rodríguez, con lo que concluyó . Y firmaron dichos señores. Doy fee.
       Diego Blanco.- José Ignacio de Michelena.- Luis Blanco y Blanco.- José Escorihuela.- Licenciado don José Hilario Mora.- Francisco Antonio García de Quintana.- Bernardo Butragueño.- Ante mí, Domingo Antonio Mota, escribano Interino Público y de Cavildo.
       Corresponde fielmente con su original a que me remito, y en fee de ello, lo signo y firmo, en Caracas a treinta y uno de mayo de mil setecientos noventa y un años.
        En testimonio de verdea, Domingo Antonio Mota (rúbrica). Escribano Interino Público y de Cavildo.

       (Expediente número 10 en el Archivo del Ayuntamiento de Caracas.)



* Se mantiene la ortografía del original.

lunes, 7 de marzo de 2016

Amarillas y más colores


Amarillas y más colores

En Aracataca rondan amarillas en las rosas,
en Macondo revolotean amarillas en las mariposas;
en un verso de Ramón Palomares, el de Escuque,
flor amarilla para cantar con la luz

En Colombia rondan amarillas por el laureado mundial,
en Venezuela rondan amarillas por Tierra de nubes;
y a ellas se suman más colores,
flor roja para tu alegría, para sonreír,
flor azul para  tu amor,
flor morada para llorar como una llovizna triste,
flor blanca, flor blanca, flor blanca,
esta última para que una ilusión ande en ti como la nube

No canto la tristeza, pequeño amor de anís,
oigamos cómo sonríe la luna,
escuchemos las estrellas entre los nardos,
no hay tiempo para la tristeza,
porque en Aracataca danzan las amarillas en las cayenas,
porque en Macondo danzan las amarillas en los lirios,
porque en Colombia oloran las amarillas en las árnicas,
porque en Venezuela oloran las rojas, las azules,
las moradas, las blancas,
las rojas en los capachos,
las azules en las orquídeas de monte,
las blancas en los jazmines de naranjos y cafetos…
Las gentes de letras no mueren,
permanecen en el barro y en el alba,
vuelan despacito entre nubes y algodones de azúcar…


                                                                          Adelfo Morillo 

La estilística


La estilística

       Desde los griegos nos viene la idea de la estilística, también se la denomina retórica, y para los días actuales su campo de estudio se presta a distintas visiones… Con la estilística abarcamos lo hablado y lo escrito en sus formas expresivas y afectivas propias de cada idioma; y la lengua castellana no es excepción, así entonces sobre todo en el sistema de la escritura, con la estilística tomamos en cuenta aspectos formales del discurso, significación, estilo y lectura hermenéutica, que abre el abanico de distintas interpretaciones; y otro estudio vigente lo tenemos en las teorías y en las críticas contemporáneas, que centran la estilística solo en el estudio de la forma, sonidos, palabras, construcciones sintácticas, licencias poéticas…                        
      La estilística puede abarcar el estudio del texto en su aspecto lingüístico, literario, afectivo o genético, y hasta se toma en cuenta los componentes metalingüísticos, ideologías, subconsciente, momento histórico; por tanto podemos decir que la estilística ofrece una perspectiva ecléctica, porque recoge una amplia gama de aspectos, puede acudir a la filología, para estudiar una obra centrada en la palabra, mostrando códigos de comunicación que superan lo cotidiano, visto en forma amplia, la estilística es ciencia específica y es arte que nos da comentarios diversos de los textos literarios…  
       La estílistica en su amplio universo estudia las obras literarias como sujeto cultural, con normas propias de la creación artística, se ubica en un momento histórico y en un espacio real o ficticio, por tanto refleja lo social, la visión psicológica del escritor y las diferentes circunstancias con que intenta el autor llegar al gusto del lector.
       Si nos dedicamos al oficio de estilista, considero que debemos ser de visiones abiertas, para no andar con prejuicios ante las visiones de otros estilistas, y también sin prejuicios frente a diferentes obras y autores, y entonces solo así asumiremos con responsalidad y respeto la ardua tarea de encontrar la luz de una poesía, de una novela, de un drama, de un  ensayo, de una crónica o de cualquiera otra forma de creación literaria…
                                                                                      
Adelfo Morillo


domingo, 6 de marzo de 2016

A Ramón Palomares


A Ramón Palomares

                             Me permito mirar este presente,
                             te estás yendo, rama grande, Ramón…
                             Ya te vas volviendo en todo igual al cielo…

                             Te vas así, volador, Palomares,
                              eres pájaro y estrella,
                              te conseguiste con el albur de tu suerte
                              y alguna mujer te piensa y te siente…

                              Escuque, tierra de nubes,
                              no te dice adiós,
                              ni el amor, ni la belleza;
                              te encuentras en el lirio inmortal,
                              en las dalias y en cada flor…

                              Cada día es cielo de amor
                              para los que abrevan en la luz,
                              andamos en este cielo de amor,
                              caminamos los que seguimos presentes,
                              y tú vuelas en otras presencias,
                              y así te estás yendo, rama grande, Ramón,
                              te estás yendo, volador, Palomares,
                              eres pájaro y estrella…
Adelfo Morillo