Memoria a
Luis Mariano
Jorge Luis Borges dijo y escribió en
varias oportunidades Para escribir solo
basta con tener algo que contar…
Luis Mariano Rivera tiene bastante para
contar y cantar a su Canchunchú, y de Canchunchú para Venezuela y el mundo…
No sabemos cuántos han cantado y cantan
a Luis Mariano, cantemos ahora con Alí Primera, inmensamente auténtico en
sentimiento
La canción de Luis Mariano
Con
brillo de pumarrosa
y con olor de guayaba
La canción de Luis Mariano
es canción entre dos aguas
entre el agua de su mar
y el cocotal de la playa.
Verdor de caminos
orilla ‘e sabana
orillando el alma
La canción de Luis Mariano
me enterró en mi propia
tierra.
Verdor
de caminos
mineral y humana
lloviznando cantos
en la voz de Sevillano.
Es tierra como las manos
de mi abuela en su plegaria
La canción de Luis Mariano
es canción de la esperanza
porque mi pueblo sea un pez
reventador de atarrayas…
Jorge Luis Borges, inmensamente intelectual,
escribió en Buenos Aires, el 29 de abril de 1981, El ejercicio de la literatura puede enseñarnos a eludir equivocaciones…
La imperfección humana nos lleva a
repetir tantas veces una de nuestras primarias equivocaciones, el andar por la
vida juzgando a los demás; aceptemos que podamos juzgar, si lo hacemos en bien,
porque si juzgamos en bien, no nos equivocamos. Y en el mundo de las letras,
del canto, de la música y de la poesía no cabe sino juzgar en bien; y a Luis
Mariano en su letra, en su canto, en su música, y en su poesía solo cabe, en
lugar de juicios, elogios a su verbo santo…
Emily Dickinson en una oportunidad dijo
y escribió Solo pido que me juzguen con ternura…
Y a Luis Mariano solo podemos ofrendarle memorias de ternura y amor…
Borges, inmensamente intelectual, también
dijo y escribió algunas veces La obra de un autor no es para leer comentarios
acerca de ella, solo debemos leer su obra…
En esta memoria vamos a leer apenas una
muestra de la obra de Luis Mariano, inmensamente silvestre…
Carta de Luis Mariano Rivera a los niños de Venezuela
Queridos niños:
¡Con cuánto amor escribo
estas palabras, que recogen fragmentos y poesías nacidos de mi corazón! Por falta
de escuela, pues solo estudié hasta tercer grado, el conocimiento de que
dispongo para escribir y tejer mis versos es limitado. No domino las reglas
necesarias para expresarme correctamente. Solo el amor me hace conseguir la luz
que guía mis ideas. Solo él me hace vestir de cierta hermosura lo que escribo. Tengo
ochenta años. Cuando tenía la edad de ustedes recorría, alegremente, todos los
lugares de mi amado valle Canchunchú Florido. El verde reciennacido de sus
montes, adonados de espigas y florecitas silvestres; el canto de los pájaros;
los caminitos embellecidos de tiernas enredaderas; los pocitos, formados por la
lluvia, apretujados de mariposas que acudían a mitigar la sed, en su apacible
frescura. Todo ese conjunto de pureza infinita me colmaba de emoción: ¡Era que
en mi ingenuo corazón la sensibilidad empezaba a construir su nido! En mi niñez
me formé solo, sin protección ni guía, pero tuve la intuición de buscar el
camino al enriquecimiento del espíritu, el más grande tesoro que ser humano
puede poseer. He llegado a viejo sin apartarme de ese rumbo, en mi
recogimiento, siéntome tranquilo, conforme y feliz de haber tenido una alma que
desde sus albores supo captar la infinita grandeza que Dios puso en las cosas
más sencillas…
Queridos niños:
Solo aspiro que este
mensaje simple, pero lleno de ternura, toque sus corazones y saquen de él algún
ejemplo que pueda serles útil en su formación…
Tal carta es perenne poesía como
relámpago del Catatumbo, y seguimos leyendo el rumbo de poesía de Luis Mariano
Poesía tonta para ingenuos
Mi
matica de ají dulce
cubierta de zarcillitos
pintados de verde y rojo.
Cuando me pongo a mirarte
cómo se me mete dentro
la pureza de tu encanto.
Amorosa taguatagua
primorosa enredadera
recuerdo con emoción
de cuando era muchachito
te encontraba ¡qué
sorpresa!
cubierta de farolitos,
preñados de aroma y miel
y me dabas generosa
tu fragancia y tu dulzura
que al tomarlas me sentía
poseído de un tesoro
que a mi tierno corazón
lo llenaba de ilusiones…
Qué hermoso es cuando a la
vida
cualquier gota de ternura
alimenta su esperanza….
Tomatico balita,
peloticas amorosas
pintaditas de carmín.
Te recuerdo, siendo niño,
cuando la lluvia vestía
de verde tierno mi valle
te buscaba, ¡qué alegría!
junto al endeble retoño,
junto a la yerba naciendo
y me dabas generoso
tu belleza y tu ternura
que a mi ingenuo corazón
ponían alas de sueños…
Hoy te busco y no te
encuentro
me dijeron que te fuiste
porque mi valle fue herido
por la inhumana ambición
y la brutal indolencia
y no es sitio ya donde amor
puede sembrar ilusiones…
Solo el amor me hace conseguir la luz
que guía mis ideas.
Solo él me hace vestir de cierta hermosura lo
que escribo…
Luis Mariano Rivera