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sábado, 23 de febrero de 2013

La Aguada


La Aguada

     Hay un pedazo de tierra al final de la carrera 8 yendo hacia el río, la Aguada, ahora la municipalidad le dio el nombre de parque Lazo Martí… Aquí en Calabozo este parque de la Aguada cuando éramos muchachos contaba con piscina, bancos y mesas, columpios, toboganes, ruedas giratorias, gran variedad de árboles, manantiales, y otros ecosistemas… La Aguada era uno de los sitios bonitos y seguros para excursiones, juegos y recreaciones; ahí conseguíamos mangos, mamones, uveros, merecures, también mirábamos iguanas, culebras, ardillas, monos, araguatos, guacamayas, arrendajos, pericos, azulejos, carpinteros, loros, cucaracheros, turpiales; era un ambiente de colores, sabores, olores y amores… Éramos muchachos y ya nos daba gusto mirar a las muchachas bonitas, y hasta nos imaginábamos siendo novios de ellas, y vivíamos nuestros romances idílicos en sueños… Esos fueron tiempos de cartas furtivas, nos arrobábamos con canciones de amor, y cuando también grabábamos corazones traspasados por una flecha en un papel, en un árbol, en un banco, en un baño, y hasta en tatuajes… Ahí en la Aguada tantos árboles lloraron con las heridas de corazones flechados y quién sabe cuántos secretos de miedos y amores abriga este olvidado y abandonado parque; hoy quise estar en ese sitio, pero lamentablemente ahora es inaccesible por lo terriblemente inseguro y peligroso; y entonces me dejé llevar por los recuerdos, y me llegaron los nombres de Marisela, Reneé, Carmen, Iraida, Niza, Beatriz, Idalia, con sus pasados aromas de mis amores imaginarios… Rememoro ensoñaciones en palabras dulces, bailes, películas en alguno de los cines Tropical, Lazo Martí, Guárico, Adriático o Páez, las misas dominicales cuando las muchachas estaban en la iglesia, pero pendientes de ver pasar al muchacho de sus primeros enamoramientos, y nosotros los muchachos pasábamos y las veíamos con miradas habladoras, cómplices… Esos fueron tiempos de nuestra primaria y bachillerato, de conjuntos musicales juveniles, de competencias interliceístas, de circuitos ciclísticos, de templetes, y canciones de Ángeles Negros, Sandro, Leo Dan, Leonardo Favio, Piero… Estas letras evocan recuerdos, y también con estas letras anhelamos que la Aguada vuelva a ser bonita, limpia y segura para el esparcimiento y la recreación…