Belleza
Cuántas situaciones nos recuerda el olor del
café en el fuego, el olor del ajonjolí cociéndose en el fogón, la fragancia del
jazmín bajo sol o bajo lluvia, el perfume tierno y delicado de las rosas, los
olores juntos de las limaduras de lápices y de los residuos de las gomas de
borrar en los salones primarios, y esa inconfundible fragancia de la mujer
amada…
Nuestro mundo lo construimos con preguntas,
las respuestas nos pertenecen en lo individual, esas respuestas no cumplen con
las expectativas de otras personas; me gustan los olores y los sabores,
recuerdo olores de mi infancia, que quisiera volver a sentir, mas no me los he
podido encontrar, y esos olores iban acompañados de particulares sabores, deben
estar en algún lugar, sueño con dar con ese sitio y con ese momento, quizás sea
un capricho o una fantasía de mis sentidos…
Sé que cada instante es ahora, muy
efímero, ya se fue al pasado, y se construye en futuro frente a mi nariz, de
tal forma que decir que es presente continuo no recoge la esencia de la idea
actual; bien, nuestro paso por la vida es tan efímero, como el viento, como el
agua, llegan, tocan y siguen su marcha…
Filósofos y poetas han esbozado la idea
de lo fugaz de la vida, leí en unas líneas del libro poema Que broten 100 flores, escrito por el aedo chino Feng Ji Cai, una
idea que creo, comprendí, así…, deseamos que nuestros más bellos sueños, se
hagan realidad, mas nos tocan situaciones tan terribles y dolorosas en algunos
momentos de nuestra vida, que deseáramos que tal realidad se vuelva un sueño…
Las manifestaciones de belleza se nos
regalan en cada instante en la vida y hasta en los sueños, y la más pequeña de
ellas es suficiente para aclararnos y salvarnos…
Belleza, del latín bellus, bello; la belleza es un lenguaje, que nos deslumbra en la
florecita a orilla del camino o del arroyito más apartado en el silencio
rumoroso…