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lunes, 23 de junio de 2014

Andanza por nuestro idioma 127



Andanza por nuestro idioma         127

     Expresamos con la forma ay diversos cambios de ánimo, sobre todo tristeza, pesar, aflicción, sorpresa y alegría, ¡Ay, me siento tan triste...!, ¡Ay, cómo me alegra tu triunfo..!, y si usamos ya seguida de la preposición de, da sentido de temor o amenaza; ¡Ay de mi futuro...!, ¡Ay de los que ofenden..!
     Ayo, aya, del gótico hagia, guarda; gótica fue lengua hablada por los godos, pertenecientes a un antiguo pueblo establecido en Escandinavia tres siglos antes de Jesucristo, conquistador de varios países y fundador de reinos en Italia y España, y luego se llama godos a los ricos y poderosos de familias españolas que formaron parte de la nobleza al mezclarse con los godos invasores, cuando se crea la nación española; y aquí en América durante la guerra de Independencia se designaba godos de manera despectiva a los españoles, término que se usó bastante tiempo, cuando ya estas colonias después de lograr su independencia, se erigieron en repúblicas soberanas; nuestra lengua  castellana nos permite atrevernos a decir que el ayo o la aya es la persona con la suficiente paciencia para aguantar los ay, ay y todos los ayes de niños y jóvenes que están bajo su cuidado y guarda…
     El anagrama o metátesis de ay nos da ya, del latín iam; y con esta palabra podemos indicar tiempo pasado Ya conversamos eso en anteriores oportunidades; con idea de presente y pasado ¡Ya es tan pobre, y pensar que fue tan rico o rica..!; también da idea de futuro Ya vengo, ya nos veremos, ya haremos eso…
     El poeta sevillano y mundial después de la muerte de su esposa y musa Leonor escribe la elegía en versos

                      Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.
                  Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
                  Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
                  Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar…