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lunes, 21 de septiembre de 2015

Tras de una vida sencilla 18


Tras de una vida sencilla                      18

       Desde mis primeros años en la escuela primaria las palabras de los sacerdotes católicos despertaban mi curiosidad, mas pensaba y dudaba, trataba de imbuir el sentido de las palabras, que hablan de Dios, de Jesucristo, del Espíritu Santo, de la vida y milagros de Jesús, y de su crucifixión hasta morir para pagar por nuestros pecados, y seguí sumando días a mi vida, llegué al bachillerato, culminé estos estudios, comencé estudios universitarios, y contiué sumando días a mi vida, y transcurrieron casi cincuenta años hasta el momento, cuando el amor en Dios comenzó a hacerse presente y ahora en Él sigo fortaleciendo mi fe.
       En este mundo hay hombres y mujeres que andan con la verdad, gracias a Dios; y yo amanezco cada día rogando a Dios, porque yo pueda ser mejor persona, porque en verdad quiero ser un ser humano auténtico.
       A veces ayuno, cuando me alimento, como para satisfacer el apetito del momento, no ingiero más de lo necesario; celebro, y brindo con licor, intento no ingerir hasta la embriaguez; trato de no ofender con palabras a los demás, evito malos pensamientos, busco actuar apropiadamente, incluso estoy pendiente de no caer en omisiones, como ejemplo de si puedo dar, ayudar y servir, llegue a negarme aduciendo alguna excusa.
       Asumo que cuando hacemos las cosas con gusto, eso no nos produce cansancio; hace más de cincuenta años. comencé a estudiar, y de eso hasta ahora no me he cansado; hace más de treinta años comencé a desempeñarme de profesor, y de eso tampoco me he cansado; hace poco me jubilé; mas un Decano amigo me solicitó que dictara ad honorem una asignatura en la Escuela de Historia de la Universidad Rómulo Gallegos, en nuestra Villa de Todos los Santos, y ya voy a cumplir un año de estar cumpliendo tan agradable labor para mí.
       Y en mi cotidianidad agradezco a Dios por el nuevo día, por el invaluable tesoro de manterme con salud, me voy al patio, presto todos mis sentidos para mirar, escuchar, hablar, pensar, olfatear y sentir con alegría de como si estuviera frente al mundo por primera vez; desayuno o me siento a leer, salgo a caminar o siembro alguna planta, desyerbo, trasplanto, desecho la basura; escucho música o me siento a pulsar letras, escribo otras líneas y las suelto para ustedes por la ventana de este blog.

Adelfo Morillo