Mostrando entradas con la etiqueta Tras de una vida sencilla 1. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tras de una vida sencilla 1. Mostrar todas las entradas

martes, 4 de agosto de 2015

Tras de una vida sencilla 1

Tras de una vida sencilla                        1
 
        Nací en la Villa de Todos los Santos, hasta mis ocho años estuve a la orilla del río, junto a embarcaciones y frente al barranco me divertía mirando zambullir y resurgir con sus resoplidos a las toninas. El sol quemaba más mi color moreno, mientras miraba sobre el barranco o pescaba en la canoa. Mi miradas recorrían cada cosa diurna o nocturna que llamaban mi atención, mis tiempos se llenaban mirando los oficios de mi mamá, o andando a pie o en canoa con mi papá, y ayudándolo en alguna de sus diversas ocupaciones. Desde esos tiempos ya empezaba a preguntarme y a preguntar, contemplaba y pensaba. No me había encontrado con la idea de Dios.
       Mi papá conmigo se llenaba de alegría, él me hacía inteligente, por mis preguntas y mis ganas de aprender, él me hacía grande en el futuro.
       Mi mamá era más comedida, solo una vez me habló en futuro, porque tuviera una mujer que me quisiera bastante. Nunca me dijo una expresión de cariño, mas yo sentía que también ella alegraba sus días con  mi presencia.
       En esos tiempos ya yo me acercaba a las niñas y las miraba con ojos de afecto y de ilusión, yo no sabía, si mi figura despertaba querencias en alguna de esas muchachas.

       Sí sé que mi papá me decía palabras bonitas, me atendía, me llevaba de compañero para todas partes, me conversaba, me narraba cuentos, leyendas y tantas historias.  
Adelfo Morillo