Siempre María
Te quiero más que
entonces,
con amor bendigo
tu extraña ternura;
desde entonces tengo
veinte años
más que tú, mi
siempre María,
porque el aroma del
mundo,
para mí, se torna
por ti, poesía…
Miro la vida
hermosa,
amo mi pobreza
cumplidora;
como el cocuyo y la
estrella
solo tú me iluminas,
siempre bella;
y solo en ti, en
toda tú, María,
encuentro amanecer,
amor y poesía…
Ando calores y
lluvias
siempre junto a ti,
María;
me acompaña tu extraña ternura
y como aljibe de
agua tibia, dulce y clara
calmas mis ansias de
sediento,
como el estero al
palmar…
Por ti, María,
intento versos
de entre lirios
sabaneros,
versos sin tristezas,
porque para mí eres linda;
yo pondero tu
belleza,
así te amo, eres mi
mundo, María,
para mí eres
amanecer, amor y poesía…
No sé cuánto te
quiero,
sí sé que te quiero
tanto,
no más que a Dios,
pero sí como quiero
lo divino;
como amo la lluvia
benigna
y la brisa matinal y
vespertina,
y cada día elevo una
oración
por ti, y por este
mundo en paz, María…
Me siento bien en mi
pueblo,
me alegra el llano y
su gente;
me alegras tú con tu
franca sonrisa,
eres mi luz, María;
me gustas conmigo,
y mientras los años
pasan,
tú sigues a mi lado,
tú no pasas, María…
Adelfo
Morillo