Mostrando entradas con la etiqueta Sentir. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sentir. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de octubre de 2013

Sentir, sentirse, sentar o sentarse


Sentir, sentirse; sentar, sentarse

     De día se siente distinto a lo  que se siente de noche… De noche se siente cosas imperceptibles en el día, en la noche sentimos el murmullo de un río cercano, sentimos cuando cae una hoja en el patio, sentimos el cri cri de los grillos, sentimos cada latido de nuestro corazón… Cuando estamos acompañados también se siente distinto a lo que se siente cuando estamos solos, y más si estamos en un lugar apartado del mundanal ruido… Nos damos cuenta de que sentir, oír y escuchar refieren ideas similares… Cuando recibimos un golpe físico, sentimos dolor, y cuando sufrimos una decepción, sentimos dolor moral o espiritual, aquí aceptamos que sentir es tacto, o pensamiento de tristeza, amargura o nostalgia; mas podemos sentir gran alegría y aquí sentir se corresponde a pensamiento o idea de satisfacción, placer o logro…
     Tantas veces sentimos ganas de pasear, de viajar, de experimentar nuevas cosas; nos provoca sentarnos a leer, a escuchar música o solo para descansar, son sentires normales en nuestra cotidianidad; o hay veces cuando nos da por regalar, por ser amable, por escuchar a los amigos y a los demás, nos da por escribir, por arreglar el desorden en nuestro cuarto o en nuestra casa, son sentires espontáneos que pueden ser pasajeros o permanentes…
     Todavía siento alegrías por tantos momentos y cosas buenas, bonitas y amables que me ofrendaron mis abuelos maternos que me criaron, mantengo vivo el recuerdo de cuando andaba en canoa con él por el Apure, y también la única vez que anduve embarcado con ella, fuimos desde El Picacho, frente a Puerto Miranda, agua abajo por el Apure hasta La Bendición, fuimos en la falca de mi padrino Luis Castillo, yo tenía seis años de edad, cuántas emociones sentí, mirando el barranco, los remolinos con sus borbollones de agua revuelta, la espuma y la bora sobrenadando las aguas, esos sentires los rebusco, cuando algo triste sucede en mi vida sencilla y sin aspavientos…
     Y en cambio cuando me siento a escribir, a leer o para hacer cualquiera otra cosa, nos damos cuenta de que estamos hablando de sentar o sentarse