Por la lectura
La lectura tiene distintas formas, leemos
lo que dicen las plantas, también los diversos mensajes que emiten los
animales, leemos las caras cambiantes de las nubes, asimismo lo que nos dicen
los ríos de aguas sucias o los ríos de aguas cristalinas, leemos los resoplidos
de los volcanes, y también lo que preanuncian las aguas del mar; y esas
lecturas tienen su esencia en la capacidad de observación que tengamos cada uno
de nosotros en el breve paso que transitamos por la vida…
En la vida cotidiana leemos el lenguaje
corporal de las personas, y también el lenguaje de los labios y el lenguaje de
señas, en mimos, mímicas y gestos; podemos afirmar que el mundo es inagotable
lenguaje, que todos deberíamos saber leer…
El sol
nos da distintas lecturas, y la luna y las estrellas, el arco iris y las
lluvias, los amaneceres y atardeceres, y el amor en sus ilimitadas formas de
bondad en cada espacio y en cada momento, cuando atendemos y nos damos a los
demás…
La lectura alfabética de folletos,
revistas, blogs, twits, facebooks, mensajes de texto, libros y demás lecturas
cibernéticas responde a cuestión de gusto; hay quienes no acceden a ninguna de
esas formas de lectura, y hay los que sí estamos en contacto diario con tales
manifestaciones escritas; en este caso escribo, para los que aman la lectura
alfabética en alguna de sus expresiones…
Cuando leemos, viajamos, soñamos, creamos,
descubrimos, nos arriesgamos, nos volvemos aventureros, espadachines, caballeros
andantes, mendigos, príncipes, princesas, navegantes, caballeros, damas, y representamos
papeles que ni sospechábamos, y nos dejamos conducir por mundos de asombro y de
encanto sin par…
La lectura es un lenguaje infinito y en
expansión permanente…