Nuestra vida
a pie o cómo estemos
Si
andamos la vida a pie y sin prisa, tendremos tiempo y ocasión para mirar las
infinitas manifestaciones de la naturaleza que forman parte de nuestro entorno
cotidiano… Si fijamos la mirada hacia arriba, y si hay nubes, podremos mirar
sus diferentes formas, tamaños y tonalidades, y si nos regalamos alegría,
podemos mirar en las nubes formas de animales, plantas, personas, cosas y hasta
nos podemos dejar llevar por ilusiones y sueños…
Si andamos caminando por
las calles, al lado de las aceras crecen plantas menudas y algunas muestran la
belleza de sus flores, en los jardines de las casas miramos distintas plantas
en sus verdores y floraciones; y cada cosa puede mostrarnos su particular
encanto, una vieja casa nos puede recordar travesuras de niños, como cuando
tocábamos el timbre en la puerta, y salíamos en carrera para que no nos
descubrieran, o si llueve, recordamos, cuando nos reuníamos los muchachos, y
apostábamos lanzando sobre las corrientes de aguas que se deslizaban entre el
asfalto de la calle y el borde de la acera, y la ganancia solo era gritos,
risas y alegrías…
Si andamos la vida a pie,
nos damos cuenta de cómo circula mejor nuestra sangre, nos oxigenamos, y
hablamos con las personas amigas, y hacemos nuevos conocidos, y todo eso es
gratis, y nuestra gratitud es dar gratitud en palabras, actitudes, acciones y
reacciones en cada lugar y en cada momento de nuestra vida a pie o cómo estemos…
Adelfo Morillo