No me dejes caer en tentación
Yo era un adulto con hijos, y una noche
una muchacha de catorce años intentó hacerme caer en tentación sexual, me pedía
que pasara la noche con ella, y yo me negué y me fui dejando atrás esa
tentación…. Poco tiempo después una joven me dijo yo voy a cumplir en febrero diecisiete años, y mi regalo para ti es mi
virginidad, búscame a las siete de la tarde de ese día, yo voy a estar
esperando por ti, yo ese día di varias vueltas en el carro antes de las
siete, pero al final decidí no asistir a la cita…
Los hombres y las mujeres vivimos
expuestos a las tentaciones sexuales y cada quien tendrá que decidir si las
acepta o las vence, yo ahora llevo la vida con la compañía de mi mujer, me
gusta mirarla caminar, siento sus pasos viniendo hacia mí, me agrada oler su
particular fragancia, también dejo deslizar mis dedos por su negra cabellera,
sedosa y de suave olor, y su figura de mujer morena no me canso de
contemplarla, pero aún así sé que las tentaciones sexuales acechan, no se rinden y siempre creen que puedo caer
en algún momento…
Acudo a la oración Padre Nuestro, y elevo
mi plegaria y la repito varias veces donde dice no me dejes caer en tentación, y pienso en que me libre de toda
tentación, no solo de la tentación sexual…. Ahora es de tarde, poco después de
mediodía lloviznó, y se siente un dulce perfume, que quizás es lejano recuerdo
del Edén, y sí, Adán y Eva cayeron en tentación de comer la manzana prohibida,
pero me alegro de que ellos no atravesaran los lisonjeros pasos de las tentaciones
sexuales, porque ellos vivieron mutua correspondencia de amor…