Muere mi padre
Me acuerdo claramente
del día en que mi padre
dijo que iba a morir,
como si se tratara
de comprarse otra ropa,
de hacerse otro destino,
de aprender otro idioma.
Él sentía que el cuerpo amarillo de los condimentos
en la puerta de la cocina,
quedaría recostado
que el aroma de la ropa recién planchada
continuaría en su sitio,
como el crujido del pan,
o
el brillo de los cuchillos
en la burda alacena
con flores de caoba,
donde guardábamos el mantel
como un ángel cansado.
Pero nada de esto podía detenerlo.
Recuerdo claramente
que mi padre dijo que iba a morir
como si hablara de irse para otra ciudad.
Carlos Gottberg